Asma
bronquial
Ésta es una enfermedad muy
común que se caracteriza por ataques, más o menos frecuentes, de intensa disnea
(dificultad respiratoria), provocados por espasmos en las paredes bronquiales.
Éstos se dan en personas predispuestas o en estados alérgicos, en especial
cuando se entra en contacto con la sustancia alérgica o como respuesta a
estímulos que provocan irritación. Entre los factores que dan lugar al asma bronquial podemos distinguir aquellas sustancias (alérgenos) que hacen que, el organismo forme anticuerpos para actuar contra las mismas. Éstas suelen introducirse por vía inhalatoria y algunos ejemplos son el polen, el pelo de determinados animales, algunos alimentos como los huevos o distintos polvos. Cuando estos elementos se introducen en el cuerpo, el organismo descarga los anticuerpos que ha formado y en este enfrentamiento se originan los ataques bronquiales.
Una segunda causa es la que se da en aquellas personas que, debido a una transmisión hereditaria, están predispuestas a enfermar cuando entran en contacto con sustancias sensibilizadoras. Finalmente encontramos otros factores que favorecen o desencadenan un ataque de asma, como por ejemplo trastornos climáticos, digestivos, factores psíquicos, etc.
Síntomas
Entre los síntomas del asma,
son habituales las crisis que sobrevienen de forma brusca, especialmente
durante las primeras horas de la noche. La sensación es de constricción
angustiosa, la inspiración es incompleta y la espiración es difícil, fatigosa,
convulsiva y prolongada. En ocasiones se dan unos ruidos respiratorios
denominados sibilancias, que son una especie de “silbidos” producidos por el
paso de aire por un canal estrecho (los bronquios). El fin del acceso suele
presentarse con la expulsión de esputos blanquecinos que contienen moco.
Bronquitis
Esta inflamación de los
bronquios se da con mayor frecuencia en niños y personas de edad avanzada y
aparece especialmente en las estaciones frías. Entre sus causas se observan
infecciones de las vías respiratorias o factores alérgicos.
Síntomas
Aunque los síntomas de esta
enfermedad suelen ser al principio los de un resfriado común (estornudos,
mucosidad, etc), posteriormente aparece la tos y el dolor en el centro del
pecho, la falta de apetito, los dolores reumatoides, períodos de fiebre no muy
elevada y un estado de debilidad general.
Resfriado
común o catarro
Es una infección aguda del
tracto respiratorio, generalmente febril, que afecta a la nariz, la garganta y
la laringe, y en ocasiones a la tráquea y los bronquios. Esta enfermedad
contagiosa se transmite por el aire o por las partículas que la persona
afectada expulsa cuando respira, estornuda o tose. Su causa es el virus que
infecta la membrana mucosa de la nariz y la garganta, y el frío o la humedad
son factores predisponentes para su aparición.
Síntomas
El proceso, que suele durar
aproximadamente una semana, se inicia con escozor de garganta, estornudos,
obstrucción nasal y secreción acuosa que luego se vuelve mucosa. El olfato, el
gusto y a veces el oído se hallan disminuidos. La intensidad de los síntomas es
variable y generalmente afecta al estado general del enfermo, que sufre
malestar, dolor de cabeza, etc.
Tos
La tos es un movimiento
violento y convulsivo del aparato respiratorio que sirve para expulsar, por la
boca, partículas extrañas que pueden provocar molestias en las vías
respiratorias. A menudo su causa es la presencia de impurezas en el ambiente
(el organismo reacciona ante la irritación), aunque también puede aparecer como
un síntoma más de otras enfermedades respiratorias, como por ejemplo las
bronquitis (esta tos húmeda sirve para expulsar el moco). En otros casos, la tos seca sin expectoración puede indicar el inicio de una inflamación respiratoria.
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