martes, 22 de marzo de 2016

¿Dolor de espalda? 12 maneras de aliviarlo, 3ª parte


La mayoría de las posturas de yoga o asanas proporcionan flexibilidad a la columna vertebral corrigiendo los trastornos debidos a posturas inadecuadas mantenidas a lo largo del día,                               También dotan de mayor elasticidad a los ligamentos y a las articulaciones, y relajan los músculos volviéndolos más fuertes y flexibles.
Entre las posturas de yoga
más beneficiosas para la columna y la espalda se encuentran las
siguientes, que puedes poner en práctica en casa. Te muestro cómo hacerlo.
10 Yoga
El arado
   Estírate de espaldas en el suelo, con los brazos pegados al cuerpo. Respira hondo y, sin mover las caderas, inclina las rodillas llevándolas hasta la altura de la barriga mientras exhalas el aire. Vuelve a inhalar y cuando exhales, levanta las piernas de manera perpendicular al suelo. Puedes sujetar las caderas con las manos o bien dejar los brazos planos. Exhala y continua moviendo las piernas, manteniendo los pies juntos y las rodillas rectas, hasta tocar el suelo detrás de la cabeza. Respira lentamente por la nariz y mantén la postura unos minutos. Si no puedes tocar el suelo con las puntas de los pies, aguanta lo más cerca que puedas.
   Vuelve con los mismos pasos a la posición inicial.
Beneficios: Flexibiliza la columna, el cuello y fortalece los músculos de la espalda.
Torsión espinal
  
Siéntate en el suelo con las piernas juntas y estiradas. Flexiona la pierna izquierda y pasa el pie al otro lado del muslo derecho, situando con firmeza la planta en el suelo, cerca del nacimiento del muslo derecho. Gira el tronco hacia la izquierda y cruza el brazo derecho por encima de la pierna izquierda, conduciendo la mano derecha a la pierna derecha y agarrándola si te es posible.
   Gira los hombros y la cabeza hacia la izquierda todo lo que puedas. Mantén la postura unos quince segundos, deshazla lentamente y efectúala por el otro lado, invirtiendo por completo la posición del cuerpo.
Beneficios: La torsión espinal proporciona flexibilidad a la espalda. Previene y combate el lumbago y las desviaciones de la columna.
La pinza
   Siéntate en el suelo con las piernas untas y estiradas. Inclina lentamente el tronco hacia delante y conduce las manos a los pies, acercando el pecho tanto como puedas a las piernas, sin doblar las rodillas.
   Aproxima los antebrazos al suelo y la cara a las piernas, regulando la respiración por la nariz; mantente así unos 30 segundos. Luego, deshaz la postura lentamente y relájate,
Beneficios: La pinza previene y combate el lumbago y la lordosis.                                                                                                                                                          La cobra
  
Sitúate tendido boca abajo, con las palmas sobre el suelo a la altura de los hombros. Eleva lentamente el tronco de manera que el pecho y el estómago estén en el aire, pero el vientre esté apoyado en el suelo. Mantén las piernas juntas y los brazos flexionados.
   Regulando la respiración, sostén a postura durante diez segundos y luego deshazla con lentitud.
Beneficios: Este movimiento masajea la zona sacra y lumbar, favoreciendo el buen funcionamiento de las vértebras de la zona.
El Arco
  
Tendido en el suelo boca abajo, separa las piernas y flexiónalas, llevando los talones hacia las nalgas. Agarra firmemente los tobillos con las manos.
   Arquea el cuerpo tanto como puedas, suspendiendo el peso sobre d estómago, en contacto con el suelo, mientras que el resto del cuerpo queda al aire, con los brazos tirados y la cabeza atrás.
   Regula la respiración y evita un esfuerzo excesivo. Con la práctica irás arqueando cada vez más el cuerpo.
Beneficios: Es este un ejercicio para tonificar los músculos de la espalda y mantener la elasticidad de la columna.
   Otras posiciones útiles para evitar y corregir los problemas de espalda
son la del pez (corrige la caída de hombros, fortalece la columna, alivia los problemas lumbares y la rigidez de cuello) o la del puente (refuerza los músculos de la zona lumbar y favorece la espina dorsal).

Todas las causas que origina u los dolores de espalda con el tiempo producen unos síntomas ineludibles: la pérdida de libertad de movimientos y el dolor. Éste último se debe principalmente a la presión, tensión o inflamación de los
tejidos implicados en el movimiento como son los nervios, músculos, tendones, ligamentos y superficies articulares.
11 Aromaterapia
Los aceites esenciales utilizados en aromaterapia para el tratamiento del dolor y la inflamación han demostrado ser muy eficaces por
tener una rápida acción a nivel local y una acción general normalizadora que estimula los recursos autocurativos.
He aquí los aceites más apropiados para las molestias asociadas al dolor de espalda, aunque para su aplicación es recomendable un abordaje global del problema y buscar la opinión de un especialista en técnicas corporales.


Frío
  
En los casos de dolor de espalda causado por el frío, los aceites esenciales rubefacientes producen calor y estimulan la circulación de la sangre en la zona, eliminando el frío externo y las tensiones musculares que éste provoca.
   Los más indicados en este caso son los de ajo, canela, alcanfor, clavo, pimienta y jengibre. La forma de aplicación será con masaje vigoroso y calor.
Tensión por estrés
  
Cuando el dolor se asocia a tensiones musculares por estrés, los aceites esenciales antiespasmódicos son los más indicados, como los de manzanilla romana, neroli, comino, lavanda, melisa, geranio y valeriana. En este caso el masaje será relajante y se efectuará principalmente en la cabeza, manos y pies, con movimientos que irán desde el centro del cuerpo a la periferia.
Traumatismo con inflamación
  
En los traumatismos de espalda (golpes, tirones, esguinces, etc.) con inflamación, los aceites esenciales de árnica, apio, enebro, limón, cedro y ravensara estimulan la eliminación de desechos provocados por el traumatismo.
   Si hay hemorragia y hematoma los aceites hemostáticos de helichrysum, la rosa, el limón y el geranio limitan el hematoma y ayudan a la reabsorción del mismo. En estos casos el masaje de drenaje linfático será el más indicado.
Traumatismo con herida
  
Cuando el traumatismo produce heridas en la piel, los aceites esenciales de árbol de té, de palo de rosa y de limón mantendrán a raya los microorganismos patógenos; mientras que los de milenrama, manzanilla alemana, bergamota, rosa y lavanda estimularán la cicatrización de la herida.
Proceso reumático
  
Si el dolor de espalda se asocia a in proceso reumático, los aceites esenciales de gaulteria, ajo, canela, romero, alcanfor, laurel y orégano aliviarán la inflamación de la articulación o el músculo y el dolor que le acompaña.
Proceso infeccioso
  
Cuando el dolor aparece a la vez que un proceso infeccioso generalizado como la gripe, los aceites esenciales inmunoestimulantes y antiinfecciosos serán de gran ayuda por su efecto general tonificante del sistema nervioso y endocrino. Es el caso del árbol del té, el orégano, la canela, al ajedrea el eucalipto y el tomillo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario