sábado, 18 de junio de 2016

Dejar de fumar; Un buen proposito, 4ª parte


Tabaquismo pasivo: los otros fumadores
   Se conoce por tabaquismo pasivo a la exposición de las personas no fumadoras a aquellas sustancias de combustión del tabaco presentes en los ambientes cerrados.

   El fumador pasivo está expuesto al humo que se origina cuando el cigarrillo se consume espontáneamente sin que lo inhale el fumador (secundario), y al humo que aspira la persona que fuma y que después libera al ambiente (principal). El primero de ellos es el que afecta principalmente al fumador pasivo, aunque la concentración de elementos tóxicos depende de otros factores, como la ventilación y la temperatura de la habitación, el tiempo de permanencia y el volumen del espacio cerrado, etc.
> Se calcula que las personas que viven con fumadores están expuestas a un riesgo de cáncer de pulmón un 25% superior al de las que conviven con no fumadores.
> En los adultos, el humo de tabaco ambiental también afecta el aparato respiratorio (provoca tos y secreciones, y reduce la capacidad de ventilación de los pulmones).
> Los niños de padres fumadores tienen un riesgo mayor de presentar síntomas respiratorios (tos, disnea y expectoración), asma, reducción de la función pulmonar e inflamación del oído medio. Durante su primer año de vida, es más frecuente que presenten bronquitis y neumonía.
Tabaco y legislación
> La Comunidad Europea prohíbe toda clase de publicidad o patrocinio del tabaco, algo que deberá ser aplicado como muy tarde, a partir del 30 de julio del 2001. La presentación de elementos distintivos de bienes y servicios deberá ser claramente diferente a la de marcas de tabaco.
> Del mismo modo, se prohíbe la distribución gratuita de objetos o efectos directos cuyo objetivo sea la promoción de un producto de tabaco.
> A partir de la fecha máxima de aplicación de la normativa (30 de julio de 2001), la Comisión Europea presentará al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité Económico y Social, un informe sobre la aplicación de la presente directiva.
> El Real Decreto español 192/1988, sobre limitaciones en la venta y uso del tabaco para protección de la salud de la población, estableció la prohibición de fumar en una serie de supuestos concretos.                                                 

> Posteriormente, el Real Decreto 510/1992 amplió los supuestos de prohibición a los vuelos comerciales de tipo nacional con una duración inferior a los 90 minutos. Sin embargo, los problemas derivados de la aplicación de estas disposiciones, así como la mayor concienciación social del respeto hacia los no fumadores, llevó a las autoridades sanitarias a considerar la prohibición de fumar, sin distinción alguna, en todos los vuelos comerciales con origen y destino dentro del territorio nacional. En la misma línea, se prohíbe consumir tabaco en el transporte ferroviario y marítimo, excepto cuando sea posible separar a fumadores y no fumadores.
> La legislación española no recoge la contemplación de los derechos de los fumadores pasivos. El Real Decreto 192/1988 fue muy criticado por carecer de menciones específicas sobre estos usuarios. Es fundamental elaborar una legislación que defienda al fumador pasivo, que luche contra la publicidad dirigida a niños y adolescentes, y que no sea manipulable por el concepto de libertad individual.
Sustitutos del tabaco

   Además de las técnicas mencionadas, hay elementos que llevan nicotina para que la supresión y los síntomas del síndrome de abstinencia sean menos bruscos:
> Chicles de nicotina: Aunque su sabor inicial es desagradable, consumir estos chicles permite controlar la sensación de hambre y los estados emotivos que pueden aparecer al dejar de fumar. La nicotina que llevan se absorbe en unos 15-20 minutos. Se recomienda masticar 5 chicles de
2 mg diarios si se fumaban 10 cigarrillos al día, y 10 cuando se consumían entre 20 y 30 cigarrillos.
> Parches: La absorción de la nicotina por parte del organismo es lenta pero permite cubrir la necesidad de fumar durante todo el día, aunque en situaciones emotivas adversas el parche no siempre es el mejor sustitutivo para calmar las ganas de encender un cigarrillo.
< Inhalador: El nivel de absorción es muy rápido y similar al de un cigarrillo pero puede provocar reacciones adversas (cefalea, epistaxis, moqueo, estornudos, irritación local, sensación de picazón y quemazón en la cabeza, etc.).

 

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