lunes, 6 de junio de 2016

La Fiebre del Heno, 2ª parte


¿Qué desencadena el catarro alérgico?
   El desencadenante directo del catarro alérgico es el polen de las plantas polinizadas (espolvoreadas) por el viento, que se produce en grandes cantidades. Por ejemplo, la cifra de polen liberalizado de una espiga de centeno, asciende a millones de partículas que, con el viento, se reparten a grandes zonas. Dado que 50 partículas de polen son suficientes para desencadenar molestias de Polinosis, es difícil protegerse de ellas.
   Se conocen algunos cientos de plantas cuyo polen puede desencadenar el catarro alérgico. Aunque la fecha de la floración es distinta según cada variedad, el vuelo del polen comienza entre los meses de febrero y abril, y su etapa principal transcurre entre abril y junio, cuando florecen los campos. Finalmente, la tercera fase de este proceso se da entre junio y agosto, cuando las flores de las hierbas se añaden a esta carga.

   Como se ha visto, la fase temporal de la liberación del polen de plantas alergizantes es predecible y el tiempo de aparición de las clases de polen que más usualmente conducen a la polinosis está ordenado en el calendario de vuelo del polen (ver mapa de polinización y cuadros). Este esquema puede ayudar a los afectados a determinar las etapas en las que las moles- das son más importantes.
   Pero además del calendario, hay otros factores que influyen en la extensión del polen, que pueden hacer variar las tablas, como por ejemplo el viento, los climas regionales o la altitud. También hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en una región montañosa se debe contar con una liberación de polen más tardía, o que la concentración de éste en el aire también tiene una clara oscilación horaria, existiendo una concentración mayor en las horas tempranas de la mañana.


Otros factores

   Junto al polen hay otras sustancias que, durante el año, provocan catarro de tipo alérgico, como el polvo de la casa, los hongos o las excreciones de animales (perros, gatos, pájaros...).
   Las secreciones del ácaro del polvo de la casa se encuentran entre las sustancias principalmente causantes de la alergia. Este ácaro es un inquilino permanente del hombre, muy difícil de eliminar, que prefiere un entorno ligeramente húmedo y una buena temperatura, y que se alimenta de escamas de la piel, que por las noches caen en las sábanas.
   Las esporas y proteínas de hongos presentes en el aire de las habitaciones interiores de la casa también pueden ser desencadenantes de alergias. El moho se desarrolla preferentemente en sitios húmedos, calientes y oscuros, como las esquinas y nichos de cuartos de baño y sótanos, y algunas de las medidas arquitectónicas destinadas a proteger del ruido y del calor, favorecen las condiciones climáticas para la aparición habitual de estos “alergenos” potenciales.
   En los meses de julio y septiembre, las esporas de los hongos se forman en el “compost” y en las hojas caídas, lo que hace que en esta época del año empeoren ocasionalmente las molestias en los casos de catarros alérgicos que duran todo el año.
Cómo identificar los alérgenos
   La determinación exacta de los desencadenantes de la alergia en las sustancias es un método diagnóstico utilizado posteriormente para la creación de determinadas formas de terapia, como la hiposensibilización. Este proceso se puede realizar, por ejemplo, a través de un examen en la piel, depositando en ella diferentes “alergenos”, por ejemplo a través de pequeñas incisiones superficiales (arañazos). Si existe alergia a alguna de las sustancias aparece en la posición correspondiente una reacción inflamatoria con prurito, enrojecimiento y formación de un habón, de este modo se puede valorar el origen o las sustancias que mayormente inciden en el cuadro de hipersensibilidad de la persona.

Medidas preventivas y consejos
   Para no dejar que el catarro alérgico llegue a provocar un cuadro sintomático muy agudo y para suavizar sus molestias, pueden ser de gran ayuda los siguientes consejos prácticos.
• Huye del polen
  
La primera y más importante medida en los casos de Polinosis es evitar el contacto con el polen desencadenante de la alergia. En las vacaciones, se debe escoger el mar o la alta montaña para pasar unos días, evitando los prados, ya que en ellos se da una mayor carga de polen.
• Permanece en habitaciones cerradas
  
Al aire libre, el polen está presente en mayor proporción cuando el tiempo es seco, caluroso, ventoso y sobre todo temprano por la mañana. Por ello es recomendable, en épocas de mayor riesgo, quedarse en casa con las puertas y ventanas cerradas, principalmente por las mañanas. Aquellas personas con una gran hipersensibilidad deben evitar una mayor carga de polen, protegiéndose de trabajos al aire libre.
• Protégete en el vehículo
   También en los viajes en coche deben permanecer las ventanas cerradas. Complementariamente se recomienda colocar un filtro de polen en la instalación de ventilación del vehículo.
• Considera el polen remolcado
  
Tras la permanencia al aire libre y cuando se ha arrastrado mucho polen, la Polinosis puede aparecer, por ejemplo, en el cabello y en la ropa. Por este motivo se recomienda lavarse regularmente el cabello, limpiar los cristales de las gafas y cambiar de vestimenta. Además, la ropa que se ha llevado durante el día no debe dejarse por las noches en el salón ni en el dormitorio.
• Protégete del polvo de la casa
  
Los “alergenos” presentes todo el año se encuentran normalmente en el polvo de la casa (por ejemplo en las excreciones del ácaro del polvo de la casa). Existen algunas medidas para hacer frente a estos “alergenos”:
- El polvo puede evitarse, sobre todo en el dormitorio, usando fundas de colchón impermeables a los ácaros y evitando los objetos que atraen el polvo, como los animales de peluche (pueden ser higienizados, congelándolos dentro de una bolsa de plástico), estanterías abiertas de libros, cortinas y alfombras.
- Es aconsejable limpiar con un trapo húmedo, en lugar de remover el polen, por ejemplo, con ventiladores o aspiradoras.
- Se recomienda realizar las vacaciones en la alta montaña, puesto que los ácaros presentes en el polvo de la casa no son capaces de sobrevivir a una altura superior a los 1200 metros.
• Mantente alejado de los “alergenos” animales
  
Las sustancias alergizantes de los animales aparecen en la forma de escamas de la piel, plumas y pelos. La eliminación de edredones de plumas o la renuncia a tener animales de compañía puede llevar a una mejoría.
• Poner freno a los hongos
   Una condición previa para disminuir el crecimiento de los hongos es la reducción de la humedad local a través de una buena circulación de aire. Si no es posible tomar una medida de este tipo, se puede intentar entorpecer su desarrollo a través de sustancias que acaban con ellos, ya sea en forma de spray o pintura en la pared.
   Si estas medidas de prevención y protección no son suficientes para poder soportar las molestias, se señala la necesidad de un tratamiento con medicamentos. Asimismo, el tratamiento de las reacciones alérgicas de tipo crónico sin remisión o de carácter agudo intenso, debe ser valorado por un médico, quien determinará en última instancia el proceso más adecuado a seguir y la conveniencia o no de combinar los tratamientos clásicos (esteroides, antihistamínicos).

 



 

 

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