miércoles, 8 de junio de 2016

La Fiebre del Heno, 4ª y última parte


Fitoterapia
   La fitoterapia recoge plantas de actividad antialergénica directa, con ausencia de efectos secundarios.
• Pino maritimo (Pinus pinaster)
  
Del pino marítimo se utiliza la corteza, resinas, hojas tiernas y yemas. Contiene Leucocianidol, esencia de trementina (pinenos, canfeno, sesquiterpenos) y catequinas, y tiene una acción antihistamínica indirecta, por estimulación de la corteza suprarrenal y simpaticomimética (sobre todo a nivel bronquial).
   Las hojas son ricas en Vitamina C, y el Leucocianidol presente posee propiedades antihemorrágicas y Vitamina P, que junto al catecol ejerce una acción protectora capilar.
   La trementina y su esencia ejercen una acción balsámica, expectorante, antialérgica y antiséptica de las vías respiratorias, pero para su uso es importante vigilar las cantidades, ya que una dosis alta puede originar alteraciones nerviosas y cuadros convulsivos, sobre todo en niños.
   El pino marítimo está indicado en afecciones respiratorias congestivo-inflamatorias, problemas alérgicos y reumáticos e infecciones urinarias.
• Tomillo (Thymus vulgaris)
   Se emplean las hojas y las flores, y contiene esencia rica en timol y carvacrol (dos fenolisómeros), flavonoides (derivados de apigenol y luteolol), ácidos-fenoles (ácido caféico, ácido rosmarínico), taninos, saponinas, Vit Bi, Vit C y manganeso.
   El Tomillo es un estimulante del sistema nervioso, tiene, entre otras, acción antiespasmódica y antiinflamatoria, y es un estimulante circulatorio. Sobre el aparato respiratorio es antitusígeno y expectorante.  También es antiinfeccioso, y tiene propiedades antibióticas, antivirales, antifúngicas y antihelmínticas. Es muy útil en el tratamiento del asma, bronquitis, catarros, tos espasmódica y alteraciones digestivas diversas.
• Eleuterococo (Eleuterococcus senticosus)
   Esta planta pertenece a la misma familia que el ginseng (araliáceas), y de ella se emplea la raíz. Contiene numerosos heterósidos (eleuterósidos A, B, C, D, E, 1, K, L, M), componentes no glucídicos y una mezcla de pigmentos.
   Tiene acciones diversas, principalmente como tónico-energético y adaptógeno, y ejerce una actividad protectora frente a sustancias químicas (tiene una acción antinarcótica demostrada frente al éter, el hidrato de cloral y el alcohol).
   Estimula las glándulas sexuales y suprarrenales, y ejerce una acción antiinflamatoria por disminución de la permeabilidad vascular y antiestrés.
   Su acción sobre las alergias es indirecta, tratando la distonía vegetativa, la estimulación suprarrenal, la fatiga y el aumento de la permeabilidad vascular de tipo inflamatorio.
• Hisopo (Hyssopus officinalis)
  
Se utilizan las hojas y las sumidades floridas del Hisopo, que contiene un principio amargo lactónico (marrubina) de propiedades antitusivas, expectorantes y fluidificantes.
   Su aceite esencial es rico en tuyona, pineno y pinocanfeno, de propiedad antiséptica bronquial. También contiene ácidos fenoles, flavonoides (diosmósido), ácidos fenoles (caféico, clorofénico, rosmarínico) y triterpenos (ácido ursólico), que le confieren actividad relajante de la musculatura lisa vascular, estimulante del SNC y parasimpaticolítico.
   El Hisopo está indicado en bronquitis, catarros, asma, tos seca y dispepsia. Su esencia (tuyona), en alta dosis, puede tener efecto convulsivante.
• Marrubio (Marrubium vulgare)
   Del Marrubio se utilizan las hojas y sumidades floridas. Contiene principios amargos (marrubina), sales minerales ricas en potasio y hierro, saponinas, trazas de aceite esencial, taninos, mucílagos y ácidos fenoles (caféico, clorogénico). Posee propiedades expectorantes y fluidificantes sobre el sistema respiratorio y es un tónico amargo colerético y sedante cardíaco. Se utiliza en afecciones pulmonares acompañadas de inflamación, congestión y mucosidad (bronquitis, asma).
* Pensamiento (Viola tricolor)
  
Del Pensamiento se utiliza la planta entera florida y las flores. Contiene saponinas con acción diurética, depurativa, antidermatósica (antipruriginosa) y expectorante. Posee también mucílagos, derivados salicílicos, taninos, pigmentos flavónicos (violaquercitina, rutósido) y carotenoides (violaxantina).
   Trata problemas de la piel (acné, eczema, psoriasis, dermatosis, impétigo...), y es selectivo frente a patologías respiratorias (bronquitis, tos seca) y reumatismos. Su uso en afecciones de la piel, por vía tópica, se produce en tratamientos prolongados.
• Pasifiora (Passiflora incarnata)
   De la Pasiflora se utiliza el corpúsculo floral. Contiene trazas de alcaloides indólicos (harmano, harmanina y harmol), derivados de ci-pirona (etilmaltol, maltol), derivados flavónicos (quercetol, apigelol, luteolol) y C-flavonoides (vitexina, isovitexina, orientina, saponaria y flavononas).
   Tiene propiedades sedantes y antiespasmódicas sobre la musculatura estriada, la musculatura lisa intestinal y sobre las vías respiratorias. Se utiliza, entre otros, en estados de nerviosismo, ansiedad, insomnio, neuralgias, espasmos digestivos y respiratorios, asma bronquial y palpitaciones.
• Cola de caballo (Equisetum arvense)
  
De la Cola de caballo se utiliza el tallo y las hojas. Esta planta contiene un principio amargo, resma, pectina, ácido linoléico, oléico y esteárico, así como equisetina.
   Posee una gran cantidad de sílice (6-8%) fácilmente absorbible y metabolizable en forma orgánica por el organismo. Además contiene otras sales y minerales (carbonato cálcico, sulfato de magnesio, cloruro de potasio, fosfato cálcico, hierro y manganeso.
   La sílice juega un papel importante sobre la nutrición mineral, en la regeneración de tejidos, y sobre el crecimiento y sistemas de defensa. Debido a esta acción sobre los tejidos, tiene un efecto remineralizante, regenerador de la mucosa respiratoria y del árbol bronquial (tejido elástico), y del tejido elástico ligamentario (aumenta la resistencia del tejido conjuntivo) y de la piel.
   También tiene un efecto depurativo-diurético, y a nivel tópico es astringente, antiinflamatoria, antiedema, cicatrizante y hemostática. Por otro lado, favorece las reacciones de defensa inmunitaria (aumenta la actividad leucocitaria en la infección) y se utiliza para alteraciones del crecimiento óseo-ligamentoso, consolidación de fracturas, hemorragias, edemas, alteraciones estructurales de la mucosa y del árbol bronquial, procesos reumáticos y arteriosclerosis (bajo nivel de sílice).


 

 

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