La Fitoterapia y el verano

Primeros auxilios

HERIDAS

   Se produce una solución de continuidad es decir una abertura de la piel, perdiendo su función protectora contra los microorganismos y pudiendo producir un sangrado más o menos aparente. Debemos aplicar localmente plantas que tengan una capacidad cicatrizante, hemostática y antiinflamatoria para devolver a la piel su función protectora y evitar la infección.
Agrimonia, Centella, Hipérico, Vara de oro, Caléndula, Árnica, Milhojas.

ABUSOS ALIMENTARIOS

   Las indigestiones por abusos alimentarios se producen por incompatibilidades alimentarias que producen una saturación de nuestro sistema digestivo, por lo que se demora el proceso de transformación y posterior absorción de los nutrientes, lo que produce fermentaciones digestivas.
   Es conveniente ante todo recuperar una alimentación sana y equilibrada, evitando todo exceso, sobre todo en alimentos grasos.
+ Conviene dar plantas con actividad eupéptica, es decir, que estimulen la producción de jugos digestivos y relajen la musculatura intestinal, favoreciendo la digestión y asimilación de los alimentos.
Feno-Greco, Salvia, Jengibre, Genciana, Manzanilla, Anís estrellado, Estragón, Menta, Angélica, Romero, Coriandro, Hinojo.
+ Plantas de acción hepática:
Alcachofa, Melisa, Boldo, Fumaria, Diente de León, Cardo Mariano
+ Aceites esenciales aromáticos de
Tomillo, Ajedrea, Mejorana, Comino, Serpol y Enebro.
+ La Papaya y la Piña son ricas en enzimas digestivos que ayudan a digerir las proteínas y son útiles en
la insuficiencia pancreática.

PICADURAS DE INSECTOS

   Durante el verano estamos expuestos a ello, sobre todo por la noche y en zonas cercanas a pantanos o ríos. La picadura de un insecto no sólo produce una reacción inflamatoria por la inoculación de una sustancia extraña, sino que además puede ser causa de transmisión de enfermedades, como es el caso de la picadura por garrapata.  Además, el intenso picor y quemazón que a veces produce, puede acompañarse a veces de rascado, facilitando la infección.
   En estos casos conviene utilizar plantas que contengan sustancias antiinflamatorias, emolientes y antialérgicas. Además, en algunas picaduras que tienden a la supuración, aplicaremos sustancias antisépticas.
Sol de oro, Zarzaparrilla, Esencia de Pachuli, Llantén, Malva.

PARASITOS INTESTINALES

   Frecuentes en verano, debido a la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono y a otros condicionantes ambientales. Aplicaremos plantas que se eliminan por vía digestiva y que a su paso ejercen una actividad local vermífuga (antiparasitaria) sobre la mucosa del intestino.
Artemisa, Esencia de Tomillo y de Serpol, Abrótano macho, Ajenjo, Ajo, Cebolla.

DIARREAS E INTOXICACIONES ALIMENTARIAS

   En este caso hay que valorar si es una diarrea de tipo infeccioso cólico o espasmódico (colitis espasmódica), esto, lógicamente lo valorará un médico, pero en las disfunciones leves podemos administrar plantas que tienen una función astringente y que protegen la mucosa digestiva, además de tener una función absorbente del exudado irritativo que produce la mucosa intestinal. Es muy importante el control alimentario.
Hamamelis, Fresera, Anís estrellado, Alchemilla o pie de león, Sauce, Llantén, Ajo, Liquen, Agrimonia, Arándano, Gordolobo, Vara de oro, Ortiga blanca.
+ Plantas de acción sedante y antiespasmódica como la Angélica y la Valeriana.
+ Los aceites esenciales aromáticos que tienen actividad antiséptica son el Tomillo, la Ajedrea y la Lavanda.

MAREOS EN VEHICULOS

   El “mal del viajero” es un padecimiento bastante frecuente en la población infantil, y que cursa frecuentemente con nauseas y vómitos debido a que el centro cerebral del equilibrio está muy cerca del centro del vómito, estimulándose éste de manera refleja. Lógicamente el tratamiento hay que darlo previo al viaje.
Jengibre, Hinojo, Pasiflora, Valeriana (raíz)

HEMORROIDES, PIERNAS CANSADAS, Y EDEMAS

   Las venas son vasos de paredes delgadas que si se someten a demasiada presión y carecen del soporte adecuado se van dilatando gradualmente.
   Hay que atender a los factores agravantes como permanecer de pie prolongadamente, levantar pesos, el estreñimiento, el tabaco y el embarazo.

   Las plantas que se utilizarán en este apartado serán plantas con acción vasoprotectora que aumentan el tono venoso y la resistencia de la pared de los vasos, disminuyendo la aparición de hemorragias, edemas y dilatación de las venas (varices). A veces se asocian a plantas diuréticas Cola de caballo, Gayuba, Abedul...) o antiinflamatorias (Llantén, Ulmaria...).
   En las hemorroides son muy útiles las infusiones en baños de asiento. También hay que atender a la función digestiva facilitando la evacuan intestinal mediante laxantes suaves y fibra natural.
Castaño de Indias, Ginkgo biloba, Arándano, Hiedra terrestre, Hamamelis, Viña roja, Ciprés, Grosellero negro, Rusco, Ratania.

BRONCEADO

   El bronceado es una acción fisiológica que se produce por depósito de pigmento de melanina en la dermis superficial, sintetizada por los melanocitos, previa estimulación por los rayos ultravioletas.
   La zanahoria es fuente natural de vitaminas y minerales, y posee acción antioxidante, favoreciendo la capacidad de regeneración de piel y mucosas, siendo buena para la vista y muy útil para broncearse la piel.

AGOTAMIENTO

   El estrés, el exceso de trabajo, la falta de sueño, la dieta inadecuada y las convalecencias largas de las enfermedades infecciosas son las causas más frecuentes de un estado carencial orgánico. Se recurre a tónico-estimulantes, tanto a nivel físico como psicológico, cuya base de acción es la mejora de la función celular y de la estimulación de nuestro sistema hormonal e inmunitario. Hay que tener en cuenta que algunas de estas plantas tienen una acción afrodisíaca que se ha expresado fuera de su contexto.
Ginseng, Eleuterococo, Jengibre, Grosellero Negro, Romero, Echinacea, Nuez de Cola, Ajedrea, Spirulina
Esencia de Ajedrea, Esencia de Albahaca.

Este es un modo útil para poder realizar un tratamiento precoz de alteraciones
frecuentes y que no revisten importancia en la mayoría de los casos.
Pero no debemos olvidar que si la sintomatología persiste o se agrava, y ante cualquier duda, se debe acudir a un médico para su valoración.