sábado, 6 de agosto de 2016

Plantas para el Insomnio, 1ª parte


Qué es el insomnio
   El insomnio es una enfermedad común que se caracteriza por la incapacidad de dormir o la dificultad de permanecer dormido.
                                                                                       Predisposición


  
El insomnio se asocia directamente al estrés, la ansiedad, la depresión y suele darse especialmente en personas que interiorizan sus emociones, provocando un estado de hiperactividad del sistema nervioso.
   Esta alteración del sueño provoca en el cuerpo una disminución de las funciones físicas y psíquicas. Al cansancio general se añade una mayor irritabilidad, cefaleas, llanto...


Tipos de insomnio
   Existen dos tipos de insomnio que se diferencian por el momento en que se producen:
Insomnio de conciliación:
   Es aquél que se presenta en el inicio, es decir, cuando la persona se acuesta y no puede dormirse.
Insomnio de despertar precoz:
   Se produce en fases intermedias, cuando la persona inicialmente se duerme pero, a lo largo de la noche, se despierta y le cuesta volverse a dormir. Este tipo de insomnio es muy frecuente en personas mayores y, a veces, va asociado a la necesidad de levantarse por la noche a orinar con lo que se dificulta, cada vez más, la recuperación del sueño.


Consejos para dormir bien
* Evitar la cafeína y el alcohol, pues producen una estimulación del sistema nervioso central.
* Es recomendable realizar ejercicio, practicarlo con regularidad proporciona bienestar y mejora la calidad del sueño.
* El magnesio es un suplemento a tener en cuenta, la dosis sugerida fluctúa entre los 250 a 500 mg., ingerida antes de acostarse.
* El litio, en forma de oligoelementos (dosis baja), se recomienda para casos de insomnio provocados por ansiedad diurna.
* Hay que procurar alejarse de estímulos visuales, como la televisión y los vídeos juegos. Es preferible leer o escuchar música suave.
* Debe mantenerse una actitud positiva hacia el sueño procurando no sugestionarse con las anteriores ocasiones en las que no se logró conciliarlo.
* Una mala postura al acostarse, provoca molestias corporales y deja una sensación de cansancio y poco reposo.
* Durante el sueño, la actividad digestiva disminuye, por lo que es recomendable evitar las comidas copiosas antes de acostarse.
   Para que la terapia con plantas medicinales surja efecto, se aconsejan dos tomas, una por la tarde y otra por la noche.


Fases del sueño
   Desde el mismo momento en que nos dormimos, nuestro organismo entra en diferentes fases de inconsciencia que se producen reiteradamente en ciclos de entre 90 y 100 minutos.
   Cada uno de estos ciclos comprende una fase de sueño lento, seguida por una fase de sueño paradójico, es precisamente en esta etapa donde se producen los primeros sueños y ciertos movimientos oculares, denominados nistagmus.
  
Es importante que los ciclos no se interrumpan y que puedan producirse de un modo completo. Sin embargo, en el caso de algunos medicamentos para dormir como las benzodiacepinas y otros hipnóticos, se produce una disminución de la fase última del sueño.
   Recordar los sueños es indicativo dé que se ha tenido un sueño completo y reparador. Así, cuando al despertar tenemos en mente lo que hemos soñado es porque se ha completado un ciclo en el que lo último que hemos hecho es, precisamente, soñar.


Nerviosismo, ansiedad, estrés... Son muchas las causas que pueden producir el insomnio.                    El resultado es  siempre el mismo: vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño.
Las consecuencias de la noche en vela se dejan notar a la mañana siguiente: el cuerpo
no ha descansado lo suficiente, sentimos agotamiento, dolor de cabeza, el día se
 nos hace demasiado largo...

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