sábado, 3 de septiembre de 2016

La Memoria, como conservarla, 2ª y última parte


La fosfatidilserina y la memoria
   La fosfatidilserina es una sustancia natural obtenida a partir de la lecitina de soja, que refuerza las neuronas cerebrales y permite a una persona madura una mayor capacidad de concentración y de memoria.
   Es el componente básico de las neuronas y, al ser suministrada al organismo humano, no sólo no presenta contraindicaciones, sino que es fácilmente asimilable por el organismo y previene la pérdida de algunas capacidades cognitivas y de memoria asociada al proceso de envejecimiento (memoria, capacidad de aprendizaje y de concentración, etc.).
   El hecho de desarrollar fosfatidilserina requiere un proceso complejo que se da a partir del haba de soja. El vegetal es sometido a un proceso de molturación, del que se obtiene harina de soja y un residuo líquido o aceite refinado, que da lugar a la lecitina cruda, una sustancia parecida a la miel que, tras un proceso de desoleado, permite obtener otro residuo seco compuesto de varias sustancias, entre las que se encuentra la fosfatidilserina.
   Los experimentos llevados a cabo desde hace más de 20 años, han demostrado que la fosfatidilserina, tomada como complemento dietético, puede mejorar las funciones en personas afectadas por el declive cognitivo asociado a la edad. En concreto, en más de 30 pruebas de doble ciego, la administración de esta sustancia incrementó sustancialmente la capacidad de los individuos participantes en dichos ensayos. En dicho método, ni los pacientes ni los doctores que efectuaron los controles conocían a los pacientes a los que se les estaba suministrando fosfatidilserina y a cuáles se les estaba dando placebo.
   En los Estados Unidos, dos de los ensayos realizados fueron dirigidos por el Dr. T.H. Crook, de la Memory Assesment Clinics de Bethesda, en Maryland, con la participación de la Escuela Universitaria de Medicina de Nashville (Tenessee) y de la Escuela Universitaria de Medicina de Standford (California). En el primero de los estudios, las capacidades mentales del grupo que había tomado fosfatidilserina mejoraron considerablemente, de modo que en materia cognitiva y de aprendizaje, se constató un ‘salto hacia atrás” de 12 años.
   La dosis recomendada de esta sustancia que una persona debe tomar para que sea efectiva sobre la memoria, es de 200-300 mg al día durante tres semanas, para pasar luego a los 100 mg diarios durante tres meses. El valor energético y los resultados se ven reforzados si a la fosfatidilserina se le añaden vitaminas y minerales como la vitamina A, B2, B5, B12, C y E, y calcio y fósforo.
   Esta sustancia natural se administra por vía oral, y es absorbida rápidamente por el organismo. A través del riego sanguíneo llega al cerebro, donde actúa sobre las membranas celulares. Las mejoras comienzan a notarse, como mínimo, a las tres semanas de haber comenzado el tratamiento, y una vez se deja de tomar, sus efectos disminuyen lentamente.
Plantas que mejoran el rendimiento intelectual
   Además del Ginkgo y la Vincapervinca, dos plantas con acción vasodilatadora sobre las arterias cerebrales, en procesos de pérdida de memoria también son útiles todas aquellas plantas que mejoran o favorecen el rendimiento intelectual.
   Estas plantas son ricas en lecitina, Vitaminas del grupo B, minerales como el fósforo, y en ácidos grasos esenciales como el linoleico y linolénico. Las que describo a continuación son algunas de ellas.
• Avena (Avena sativa L.)
  
De esta planta de la familia de las gramíneas se utilizan las semillas y las hojas. Entre sus principios activos se encuentran el almidón, sustancias nitrogenadas, sales minerales, hierro, calcio, magnesio, fósforo, potasio y vitaminas A, B1, B2, PP, así como trazas de vitaminas E y D.
   Esta planta es remineralizante y tónica, y está indicada para la astenia y convalecencias y como equilibradora del sistema nervioso.
• Alfalfa (Medicago sativa L.)
  
De la Alfalfa se emplean las partes aéreas. Contiene sales minerales (calcio, hierro, fósforo y potasio, isoflavonas (genisteína, biocanina A) y una gran cantidad de vitaminas (C, caroteno, K, D y E).
   La Alfalfa es remineralizante y hemostática, y se usa en deficiencias en vitaminas y minerales,
así como en casos de arterioesclerosis.
• Cola de caballo (Equisetum ai-vense L.)
  
La parte activa de la Cola de caballo (familia de las equisetáceas) son los tallos. Esta planta contiene sales de sílice, potasio, magnesio y aluminio, taninos, flavonoides y vitamina C. Es remineralizante y antianémica y se emplea para la fatiga física e intelectual y las convalecencias.
• Borraja (Borago officinalis L.)
  
La parte activa de la Borraja la constituyen las flores y las semillas. Entre sus principios activos se encuentran sales minerales (sílice, calcio y potasio), ácido oleico, gammalinolénico y linolénico, precursores de las prostaglandinas. Esta planta regula el sistema hormonal y el metabolismo en general, así como las hipocolesterolemias. Así pues, está indicada para dichas colesterolemias y en el envejecimiento en general.
• Onagra (Oenothera biennis L.)
  
Las semillas de la Onagra contienen ácidos grasos esenciales oleico (12%), linolénico (70%) y gammalinolénico (10 %), y tienen una acción precursora de los eicosanoides y mediadores celulares e intracelulares.
   La Onagra se indica en casos de deficiencias en la conversión del ácido linolénico en gammalinolénico, menopausia y síndromes pre-menstruales.


Plantas adaptógenas o tonificantes no excitantes
   También resulta interesante complementar los tratamientos citados con plantas adaptógenas o tonificantes no excitantes, aunque en este caso no es conveniente el uso de las mismas de forma continuada, tampoco a dosis mayores a las recomendadas, ni en los casos contraindicados. Estos son algunos ejemplos:                                    
* Nogal (Juglans regia L.)
  
Es una planta rica en ácidos grasos esenciales, vitaminas del grupo B y fósforo. Se usan las semillas (nueces).
• Eleuterococo (Eleuterococcus senticosus M.)
   El Eleuterococo, de la familia de las araliáceas, es una planta adaptógena como el ginseng, pero a diferencia de éste, no provoca irritabilidad. Tonifica, aumenta la capacidad de concentración y de memoria. Se emplea en infusiones, cápsulas, comprimidos, formas líquidas (en polvo y sus extractos).
• Sésamo (Sesamum orientale L.)
   Éste es un complemento nutritivo idóneo para el sistema nervioso, del que se utilizan las semillas (en diversas preparaciones).
• Ginseng (Panax ginseng M.)
   Esta planta adaptógena tonifica y aumenta la capacidad de concentración y de memoria. Se usa en forma de infusión, cápsulas, comprimidos, formas líquidas (en polvo y sus extractos).
• Tomillo (Thynws vulgaris L.)
   El Tomillo estimula las facultades intelectuales y la actividad mental. De esta planta se usa la infusión y el aceite esencial.

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