viernes, 9 de septiembre de 2016

Trastornos menstruales, 1ª parte


Prácticamente todas las mujeres sufren en algún momento de su vida un déficit menstrual
o problemas relacionados con el período.                                                                                
Comprender su complejo mecanismo hormonal es crucial para plantear soluciones efectivas que permitan dejar atrás las molestias y preocupaciones
Progesterona y estrógenos
   Con niveles de producción variables, la progesterona y los estrógenos destacan como las hormonas femeninas encargadas, respectivamente, del desarrollo de los órganos genitales y caracteres sexuales femeninos (crecimiento uterino, engrosamiento de la mucosa vaginal, formación y crecimiento de los conductos mamarios) y del proceso de feminización (las modificaciones producidas en la adolescencia). También a ellas se debe el crecimiento y desarrollo de la pared interna uterina, que aumenta su vascularización en la fase posterior ovular.

   La retirada total o parcial de la Menstruación en cuanto a la finalización del ciclo ovárico, y el denominado síndrome pre menstrual, destacan como los trastornos más comunes relacionados con este proceso fisiológico que se da en las mujeres,
   Durante el ciclo menstrual, periodo hormonal de 28 días de duración como término medio, las fases folicular y luteínica se suceden cronológicamente, divididas por un hecho crucial para el desarrollo de la humanidad, la ovulación. También en esta fase, son dos los tipos de hormonas (progesterona y estrógenos) que producen los cambios necesarios para producir las modificaciones orgánicas.
   Otras dos hormonas responsables del ciclo ovular son las gonadotropas:
> La LH o luteínizante es la encargada de la formación de estrógenos en la zona medular del ovario y del inicio de los cambios morfológicos de la adolescente.
> La FSH o folículo estimulante se encarga de la maduración de los folículos, es decir de los futuros óvulos que también sintetizan o forman estrógenos.
   Así pues, el aumento de la secreción de ambas producida a partir de la pubertad y localizada en la hipófisis (sección glandular situada en la base del cerebro), da como resultado la aparición de la Menstruación, que perdurará hasta la llegada de la menopausia.
La ovulación
   Cada mes y a la mitad del ciclo, es decir, aproximadamente a los 14 días de su inicio, un folículo ovárico es liberado, cayendo en la trompa de Falopio (el conducto mediante el cual el óvulo es desplazado hasta el interior del útero).
   El folículo vacío que queda en el ovario se transforma en el cuerpo lúteo, que secreta progesterona. La síntesis de esta hormona, vital para la gestación, da lugar a los cambios en la mucosa interna del útero (el endometrio) que facilitan el anidamiento y el mantenimiento en la cavidad uterina del posible óvulo fecundado (el endometrio crece y se desarrolla con la formación de vasos y retención de sangre).


   La progesterona también es la causante del ligero aumento de 1a temperatura basal que se da en esta fase del ciclo (de aproximadamente unos 0,3-0,5 °C), del crecimiento de las glándulas mamarias y de la inhibición de otra posible ovulación posterior. Pasado este proceso y en la mayoría de las ocasiones (si la fecundación no se completa), el cuerpo lúteo degenera. Con él también descienden los niveles de progesterona y se destruye la capa del endometrio, dando lugar a la Menstruación, un periodo que tiene una duración aproximada de entre 3 y 5 días, tras los cuales vuelve a empezar todo el proceso.
   En aquellos casos en los que el óvulo es fecundado, el cuerpo lúteo se mantiene y el útero se prepara para poder albergar al feto.
Cuando empiezan los problemas
  Además de los problemas asociados al síndrome pre-menstrual y que podemos clasificar como “normales’ hay otras alteraciones de la propia Menstruación que merecen nuestra atención, puesto que pueden derivar en conflictos mayores.
   Si tenemos en cuenta que la
amenorrea (la ausencia total del sangra do menstrual al final de un ciclo ovárico) es el más grave de estos trastornos y que los factores hormonales desencadenantes de la mayoría de las alteraciones suelen ser los mismos, daremos un trato especial a este problema.
> Por oligomenorrea se conoce la disfunción en los ciclos menstruales en los que la fase preovulatoria se alarga durante un periodo de tiempo excesivo, de modo que la Menstruación aparece tan sólo cada tres o cuatro meses. En cualquier caso, es normal en cantidad y duración.
> Las
hipomenorreas son las reglas escasas o de corta duración (inferior incluso a los dos días).
> A estos trastornos hay que añadir la hipermenorrea, una Menstruación más abundante de lo habitual o con una duración que excede los seis días, que puede provocar hemorragias o, si es constante, dar lugar a una anemia.
   Cuando se dan ambas condiciones en cuanto a su aparición (cantidad y duración), podemos hablar de una menorragia.                                                                                                                                                                          
> La polimenorrea sucede cuando el ciclo menstrual tan sólo dura un máximo de 18 días.
> Y además, durante la Menstruación, la inflamación de los ovarios puede causar
dismenorrea. Se trata de un dolor de tipo cólico, localizado en la parte inferior del abdomen, que puede extenderse hasta la espalda y las piernas. A parte de las causas propiamente físicas, el dolor puede acentuarse por otros elementos como la ansiedad y el estrés.

 

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