martes, 11 de octubre de 2016

Piernas cansadas y su tratamiento con Fitoterapia


   La sensación de piernas cansadas generalmente es debida a una insuficiencia venosa que refleja una alteración vascular localizada preferentemente en las extremidades inferiores. Se manifiesta localmente por una hinchazón con enrojecimiento y calor local, producidos por la retención de líquidos y el aumento de presión en el interior de las venas.
   Entre el 20-40% de la población presenta insuficiencia venosa. Parece evidente que existe una predisposición familiar, además de factores influyentes como son los cambios hormonales que la mujer manifiesta principalmente antes de la Menstruación, la Obesidad, el Embarazo, la falta de actividad física, el aumento de la temperatura, el permanecer muchas horas de pie, la toma de Anticonceptivos, algunos tóxicos como el tabaco y alcohol, los traumatismos repetidos y la inmovilización prolongada, factores todos ellos más frecuentes.
   Las extremidades inferiores poseen 2 sistemas venosos paralelos relacionados por una serie de venas cortas que los comunican. Estos dos sistemas se denominan sistema venoso superficial y profundo.
   La circulación fluye de modo ascendente desde las piernas hacia el corazón y del sistema superficial al profundo, de tal modo que cualquier alteración del ritmo o la dirección de este drenaje provocarán manifestaciones de retención sanguínea e insuficiencia venosa. La posibilidad de este recorrido ascendente se realiza gracias al movimiento de las piernas que produce compresión de las venas, al buen tono y elasticidad de los vasos sanguíneos y a la presencia de unas válvulas en su interior, que impiden que la sangre retroceda y se estanque en su largo recorrido hacia el corazón. La alteración de esos mecanismos produce enlentecimiento de la circulación con sobrecarga de presión.

   Si bien los síntomas varían, inicialmente puede presentarse sensación de pesadez de Piernas, Hormigueos. Calambres, Inflamación con sensación de calor en la zona de las pantorrillas e hinchazón de los tobillos al estar de pie, así como con el calor, que va aumentando a lo largo del día y que se hace evidente al sentir que el calzado nos aprieta y marca su forma al quitárnoslo. Con el tiempo las venas pierden su elasticidad y se dilatan de modo permanente, apareciendo signos cutáneos en forma de deshidratación, pigmentación, eczema y hematomas al mínimo traumatismo...

Fitoterapia aplicada
   El uso de extractos vegetales es un método eficaz dentro de la medicina natural para la prevención y el tratamiento de los síntomas de insuficiencia venosa. Su administración puede ser vía externa en forma geles aplicado mediante un masaje ascendente, a veces complementado, según la necesidad de la toma interna para mejorar la circulación en general y potenciar nuestros sistemas de drenaje.
   Se utilizan plantas con actividad tónica venosa y protectora capilar, como Bolsa de Pastor (Capsella bursa-pastoris), Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), Vid Roja (Vitis vinífera), el Rusco (Ruscus aculearus), Crateagus (espino albar) (Grataegus oxyacantha). Arándano (Vaccinium myrtillus), Meliloto (Melilotus officinalis), Hamamelis (Hamamelis virgínica), Ginkgo biloba (Ginkgo biloba), Grosellero negro (Ribes nigrum), Vara de Oro (Solídago virga-aurea), Ciprés (Cupressus sempervirens) etc., plantas que, con un marcado efecto protector y regenerador de las paredes vasculares, promuevem una circulación más fluida y mejoran el retorno venoso. Están indicadas en alteraciones sintomáticas como pesadez, piernas cansadas, edemas..., así como para tratar alteraciones orgánicas como la inflamación de las venas (flebitis) y la dilatación permanente de las mismas (varices y hemorroides). Los principios activos que poseen esta acción son los compuestos flavónicos, los antocianósídos, los saponósidos triterpénicos (aescina) y los derivados cumarínicos (esculina, esculetina).
   La aplicación vía externa en forma de un gel frío de extractos vegetales tiene una buena absorción y una rápida reacción. Su mejor presentación es en forma de extracto glicólico, que al no contener alcohol no irrita la piel y ofrece una buena concentración de principios activos de las plantas seleccionadas, además, su aspecto es agradable y, al carecer de sustancias grasas, no mancha. Es útil en estos casos añadir a las plantas con efecto protector vascular plantas de actividad antiinflamatoria y analgésica como la Salvia (Salvia officinalis), el Harpagofito (Harpa gophytum procumbens), la Malva (Malva officinale) y una planta de origen amazónico denominada Jacarandá caroba. Los productos de aplicación local tonifican las piernas, y si se aplican mediante un buen masaje estimulan la circulación de retorno. Es conveniente su aplicación por la mañana, después de la ducha, y por la noche, para facilitar la recuperación de todo el día.


NORMAS GNERALES
-Evitar permanecer de pie o sentados durante largos períodos, lo cual produce un acumulo por presión en las piernas.
-Los partos múltiples, la obesidad y el estreñimiento aumentan la presión abdominal y favorecen la aparición de insuficiencia venosa.
-Dormir con las piernas ligeramente elevadas favorece el retorno venoso durante el descanso.
-Evitar la aplicación de calor sobre las piernas, así como compresión segmentaria (ligas, fajas, medias cortas, ropa apretada...). En cambio, es aconsejable lo que se denomina “baños de contraste”, consistentes en la aplicación secuencial de duchas locales calientes y frías.
-Mantener una buena hidratación de la piel con cremas locales o aceites naturales después del baño.
-Practicar ejercicio físico suave y continuado (caminar, nadar, montar en bicicleta...), en base a mantener el peso y favorecer la circulación de retorno mediante la contracción muscular.                                                                   

-Poner las piernas en posición vertical y dejarlas así durante un rato para favorecer el retorno venoso, ayudando con un suave masaje en la pantorrilla.
-Es recomendable el uso de zapatos cómodos de tacón bajo y evitar zapatillas que no sujeten el talón.
-Realizar una dieta rica en fibra, ya que actúa como un factor protector del estreñimiento y la congestión venosa.
-La fruta y las verduras frescas, por su riqueza en bioflavonoides y vitamina. C, son importantes para favorecer la reparación los vasos sanguíneos.
-Disminuir el aporte de grasas saturadas de origen animal que contribuyen al aumento de la viscosidad, causando problemas de obstrucción en la circulación sanguínea (ateroesclerosis). Es importante la aplicación preventiva de productos naturales que actúan sobre la predisposición a padecer determinadas alteraciones vasculares, que si bien al principio son sintomáticas, a larga pueden derivar en trastornos orgánicos como las varices.


 

 

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