domingo, 16 de octubre de 2016

Pies, reflejo de tu cuerpo, 1ª parte


El peso de nuestro cuerpo descansa sobre las plantas de los pies, y en ellas, cada uno de los órganos de nuestro cuerpo tiene su respectiva zona refleja.
El reflexoterapeuta, presionando esos puntos, devuelve al cuerpo su estado                                      natural de equilibrio.
Reflejo de tu cuerpo
Los órganos del cuerpo, reflejados en los pies
  El estudio de la reflexología despierta cada vez más interés en Europa, sobre todo entre las personas interesadas por las terapias alternativas. La reflexología, conocida también como terapia por zonas, se utiliza para devolver al cuerpo su estado natural de armonía, partiendo de la idea de que toda enfermedad es la manifestación de un desequilibrio en algún lugar de nuestro cuerpo. Así pues, el organismo está sano cuando cada una de sus partes está en equilibrio.
   Para el reflexólogo, el cuerpo humano puede considerarse atravesado por 10 meridianos que lo dividen de forma vertical y que abarcan ciertos órganos cuyo estado se refleja en determinadas zonas de cada uno de los pies, por ejemplo, el dedo gordo del pie se asocia con la cabeza.
   Tan pronto como el organismo deja de funcionar de forma correcta, el reflejo correspondiente en el pie se muestra sensible a la presión que realiza el terapeuta, cuya intensidad variará dependiendo de la gravedad de la dolencia.


Orígenes y evolución
  En la actualidad todavía se desconocen los orígenes del método de los reflejos, seguramente porque el uso de esta terapia se pierde en el principio de los tiempos. Aunque se dice que llegó a Occidente desde China y que posiblemente su práctica tenga la misma antigüedad que la de la acupuntora, también se sabe que ya la utilizaban los indígenas de Kenia, algunas tribus norteamericanas y los egipcios (jeroglíficos que datan entre el año 3.000 y el 2.500 a. C. evidenciaban la existencia de esta terapia).

La consolidación de una terapia
  A principios del siglo XX, el profesor y doctor estadounidense Fitzgerald, aprendió esta técnica y la utilizó como forma de anestesia para intervenciones menores y para aliviar los dolores del parto.
   Pese a sus trabajos pioneros, la reflexología sólo se dio a conocer a través de su discípula Eunice D. Ingham, que recorrió Norteamérica realizando seminarios sobre el singular método.
   En la actualidad, debido a su sencillez, falta de agresividad y resultados positivos, esta técnica aumenta en el mundo. En muchos hospitales de EEUU, Sudáfrica y algunos países europeos funcionan gabinetes de reflexoterapia, en algunos casos a cargo de la Seguridad Social.


Principios fundamentales
   La reflexología es un sistema terapéutico muy acertado y, como masaje, no tiene rival. Aunque en ella hay varios sistemas, como la vertebroterapia o los puntos Knap, todos se rigen por los mismos principios fundamentales.
   La reflexología podal incluye un conjunto claro y conciso de reflejos que, cuando son sometidos correctamente a un masaje, producen resultados insuperables. Para realizar este tipo de masaje se utilizan sólo las manos, aplicando una presión o arrastre en las zonas reflejas del pie que se encuentran vinculadas a todo el cuerpo a través de los meridianos (los diez espacios longitudinales en los que se divide el cuerpo).


   El principio fundamental de este tratamiento consiste en liberar la tensión, estimulando así el suministro de sangre en el área afectada, y también la corriente sutil de energía (prana), necesaria para la rehabilitación de todo el organismo.
Una enfermedad se puede tratar masajeando directamente sobre la zona donde se refleja el órgano afectado o haciendo presión sobre el lugar donde se manifiesta la dolencia (ambos puntos no han de corresponderse necesariamente). También se puede aplicar esta terapia a individuos sanos, ya que es muy adecuada para el control del estrés y la ansiedad, dos estados psicológicos muy extendidos en nuestra sociedad. La reflexología puede ir acompañada de otras terapias, como la fitoterapia o la cromoterapia.
   El terapeuta se guía por los reflejos dolorosos y por los meridianos, pero además existen reflejos diagonales que, por ejemplo, unen la cadera con el hombro o el codo con la rodilla, y que son los más utilizados en los tratamientos de casos difíciles.
Reflexoterapia para lodos
   Todas las personas, sin distinción de edad, pueden beneficiarse con los resultados de la reflexología podal,
desde los bebés hasta los más ancianos. La única diferencia que puede señalarse es la intensidad de los masajes, que en los más pequeños y las personas de edad más avanzada habrán de ser más suaves y cortos. Por supuesto, el factor edad y la condición de la persona afectan directamente a la rapidez de recuperación de las células débiles y enfermas, pero sea cual fuere el caso, se requiriere un proceso gradual, es decir, si una dolencia determinada ha tardado mucho tiempo en manifestarse requerirá, en consecuencia, más tiempo en curarse.


 

 

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