viernes, 18 de noviembre de 2016

Úlceras digesivas y su tratamiento con la Fitoterapia, 2ª y última parte


MEDIDAS HIGIÉNICO-DIETÉTICAS
  Como coadyuvantes del tratamiento médico:
+ Fraccionar la ingesta en cinco o seis tomas diarias, preferiblemente dieta blanda (purés, papillas...).
+ Deben prohibirse los alimentos a los que el paciente muestre intolerancia, así como irritantes (café, té, tabaco, alcohol, picantes, especies, sal...).
+ Se suprimirán, además, los fármacos que puedan activar la enfermedad, como la aspirina y los antiinflamatorios, incluyendo cortisona o derivados.
+ Ciertos alimentos tienen propiedades regenerativas de la mucosa gástrica debido a la riqueza de vitamina A, como es el caso de la zanahoria, el perejil, las espinacas o el zumo de patata cruda.
+ Tomar jugos frescos que neutralizan la acidez digestiva, como la zanahoria, la remolacha, la col, el apio..., así como zumos de frutas, o comer frutas maduras como la manzana (mejor rallada) o el plátano.
+ Evitar la ingesta de bebidas muy frías o calientes y bebidas gasificadas.
   En cuanto a la dieta propiamente dicha, hay que tener en cuenta ciertas consideraciones:
- Las dietas ricas en proteínas estimulan la secreción gástrica, por lo que en fase aguda se recomienda el uso de dieta ovolactofarinácea.
- Se deben suprimir carnes, embutidos, ahumados, salazones, picantes, grasas animales, fritos, legumbres, rábanos.


TRATAMIENTO MÉDICO
   A nivel farmacológico existe una gran variedad de medicamentos que cada vez se van ampliando más debido a los fabulosos ingresos que producen a la industria químico-farmacéutica, pues son medicamentos habitualmente caros y de frecuente prescripción. No hay que obviar, no obstante, que gracias a la introducción de los medicamentos antisecretores muchas úlceras que anteriormente se tenían que operar, hoy en día se “mantienen”, por el tratamiento médico, en un estado asintomático, cicatrizando la úlcera y manteniendo el medicamento a dosis preventivas.
   Haciendo un repaso de los medicamentos clásicos utilizados, voy hacer los siguientes comentarios:
- Los
ANTIÁCIDOS mejoran los síntomas inicialmente, pero producen efecto rebote, es decir el organismo reacciona fabricando más ácido. Además, son causantes de alteraciones digestivas tipo diarrea o estreñimiento, por lo que comúnmente se dan asociados varios de ello, para antagonizar estos dos síntomas. Pueden disminuir la absorción de sustancias por nuestro organismo al formar sales insolubles.
- Los PROTECTORES DE LA MUCOSA, son quizás los menos inofensivos, aunque se han descrito ciertos efectos secundarios en algunos de ellos como es hipertensión, retención de líquidos, déficit de potasio y disminución de absorción de determinadas sustancias.
- Los ANTISECRETORES, es un grupo muy variado y cambiante, debido a la aparición de efectos secundarios diversos y característicos de cada grupo. Podría citar aquí déficits de percepción sensorial, parálisis bulbar, disfunción urinaria, náuseas, vómitos, dolores musculares, cefaleas, pérdida de la libido, impotencia, crecimiento de los senos en el varón (ginecomastia), erupciones cutáneas y otras reacciones anafilácticas y anulación de la secreción gástrica (aclorhidria). No obstante, vuelvo a repetir que en los antisecretores de última generación se consigue un nivel de control de la enfermedad de un 8O% al mes de tratamiento, aunque se obliga a mantener posteriormente dosis de mantenimiento.
   El hallazgo frecuente de ciertos microorganismos ácidos resistentes en estos estados ha ampliado el tratamiento, y hoy en día se da asociado frecuentemente a lo anterior, un antibiótico de los denominados de amplio “espectro”.
   La polémica está servida entre los que opinan a favor del tratamiento combinado y los detractores. Para estos últimos, parece probable que la bacteria en cuestión obedezca a un proceso de sobre-infección añadido, y no sea la causante de la enfermedad como dicen los primeros. Lo cierto es que cada laboratorio farmacéutico realiza sus combinaciones de antibiótico y antisecretor. Faltaría saber si esta bacteria puede inducir a la enfermedad de por sí, o como dicen los más críticos es normal que en una fase de regeneración ulcerosa haya la colonización de ciertas bacterias en vistas a limpiar los detritus o necrosis de tejidos producidos, ya que de modo secundario se estimulan los mecanismos de defensa inmunitarios. Esto es frecuente observarlo en otras localizaciones.


TRATAMIENTO CON PLANTAS MEDICINALES
   Parece obvio pensar que las plantas puedan actuar de un modo directo sobre las enfermedades ulcerosas, lo cierto es que el sistema digestivo, todo y que proviene, según qué parte, de células embriológicamente distintas, es como una piel invaginada, interiorizada, en la que las sustancias que se administran vía oral pueden hacer un efecto local importante en contacto directo con la pared del tubo digestivo.
  Se distinguen tres grupos:


Plantas PROTECTORAS:
  
Contienen mucílagos con propiedades suavizantes y emolientes que actúan cubriendo la mucosa gástrica e impidiendo su irritación por los jugos gástricos. Esta acción protectora también es interesante valorarla en inflamaciones de la piel y del aparato respiratorio: Llantén, Malvavisco, Milenrama, Gordolobo, Caléndula, Consuelda, Condurango, Manzanilla dulce...
Plantas ANTIESPASMÓDICAS
  
Reducen los espasmos musculares y el movimiento intestinal, aliviando el dolor y la inflamación, y produciendo una mejor función del sistema digestivo.
   Son plantas que se utilizan de modo general en los procesos de malas digestiones o dispepsias. Así, tenemos: Manzanilla, Hinojo, Menta, Serpol, Genciana, Tila, Coriandro, Angélica, Altea, Romero, Anís...
  
Algunas de ellas contienen aceites esenciales con propiedades antibióticas, y sería interesante su utilización para evitar la infección bacteriana antes referida (Tomillo, Ajedrea, Lavanda...).


Plantas CICATRIZANTES
  
Contienen flavonoides y saponinas triterpénicas, con acción antiinflamatoria, secretora mucosa y cicatrizante.    Dentro de este grupo las más representativas son el Gordolobo o Verbasco y la Regaliz.
   Esta última suma a lo anterior una acción antiespasmódica, antiinflamatoria y antibacteriana, pero si se toma a dosis elevadas puede producir pérdida de potasio y retención de sodio, con la consiguiente retención de agua, lo cual puede producir hipertensión, dolor de cabeza, edemas, debilidad muscular o calambres, por lo que hay que vigilar las dosis, y no deben tomarlas pacientes que tomen corticoides o antihipertensivos.
   Entre otras plantas cicatrizantes tenemos, también la Agrimonia, la Consuelda y un árbol de origen tropical, denominado Croton Lecheleri.
   Este último, el Croton Lecheleri, merece una mención distintiva, debido a su origen y a su peculiar acción descubierta recientemente por científicos europeos, pues, como suele pasar a menudo, en ciertas plantas que se utilizan de modo tradicional y empírico, posteriormente se demuestra su acción terapéutica por comprobación científica. De este árbol se extrae la savia por incisión de su corteza, que tiene un color rojo, por lo que se la denomina popularmente “Sangre de Drago”.
   Sus principios activos aislados, principalmente polifenoles y alcaloides, han demostrado una importante acción cicatrizante, antiinflamatoria y antiséptica, útil tanto a nivel externo de la piel como a nivel interno en procesos inflamatorios de todo el sistema digestivo, principalmente las úlceras digestivas. Se puede aplicar también por vía rectal o vaginal en alteraciones ulcero- inflamatorias (baños de asiento).
   Viene presentado en líquido que antes de tomarse debe ser agitado, pues debido a sus características organolépticas se coagula con facilidad. La dosis aconsejada es de 4 a 6 gotas en un poco de agua o zumo, antes de las comidas.
Ante un proceso digestivo de las características típicas como proceso inflamatorio, debe
mantenerse una conducta expectativa, y si no cede con algunas indicaciones aquí observadas, acudir a un profesional,
el cual valorará un diagnóstico preciso en                         vistas a buscar el tratamiento más adecuado.

EJEMPLOS DE PRESCRIPCIÓN
Infusión digestiva antiinflamatoria
Cordurango (corteza) 25 %
Menta-poleo (*) 30 %
Manzanilla (flor) 30 %
Orégano (*) 20 %
Posología; Una cucharadita de la mezcla de plantas seca en cada vaso para infusión, después de cada comida.


Cápsulas de extracto seco para las gastritis
Regaliz 150 mg
Altea o Romero 75 mg
Manzanilla 75 mg
Posología: Una cápsula tres veces al día.
Cápsulas de extracto seco para el dolor de estómago
Menta 50 mg
Hinojo 100 mg
Coriandro 150 mg
Posología: Una cápsula tres veces al día.


Cápsulas de extracto nebulizado para gastritis y úlcera
Coriandro 75 mg
Hinojo 75 mg
Pasiflora 75 mg
Regaliz 125 mg
Posología: Una cápsula antes de cada comida.
Infusión para la gastritis
Manzanilla 40 gr
Tilo 3Ogr
Milenrama 40 gr
Posología: Una cucharada sopera de la mezcla por cada vaso de Infusión, tres veces al día.


Cápsulas de extracto seco para las úlceras gastro-duodenales
Llantén o Consuelda. 100 mg.
Regaliz 75 mg
Agrimonia 50 mg
Tila o Valeriana 50 mg
Tomillo o Lavanda 50 mg
Posología: Dos cápsulas, tres veces al día, antes de cada comida.
(*): Sumidad florida

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario