viernes, 16 de diciembre de 2016

Alimentación infantil, 3ª parte


Es muy importante evitar la mezcla
De los alimentos que sean incompatibles entre sí
Para evitar posteriores molestias al bebé

Alimentos incompatibles
   Cada uno de los alimentos tiene un proceso digestivo distinto o incluso incompatible entre sí. Por este motivo se debe evitar mezclar alimentos incompatibles, ya que con ello provocará que se ralentice la digestión y que se inicien procesos fermentativos con el desarrollo de sustancias tóxicas. Esto puede ocasionar molestias al niño, al aparecer cólicos gaseosos, dolores de barriga o dificultad para defecar, y a la larga puede debilitar las defensas orgánicas, ya que este tipo de situaciones son desfavorables para la flora bacteriana intestinal, pudiendo provocar una flora bacteriana patógena, dando lugar a patologías como pueden ser amigdalitis, faringitis, otitis, cistitis o bronquitis. Además la energía física y psíquica del niño queda afectada en el sentido de que se produce una especie de embotamiento que le distrae del sentido de la observación.
   A continuación doy algunos ejemplos de alimentos incompatibles que no se deben dar juntos:


• Hay que evitar mezclar las proteínas animales y el almidón. La digestión de los almidones se inicia en la boca gracias a la ptialina, que es una enzima salivar que actúa sólo en medio alcalino. Sin embargo, la digestión de las proteínas empieza en el estómago y para ello se requiere un jugo gástrico muy ácido. Al mezclar ambos se produce una ralentización de la digestión de los almidones.
• No se deben combinar alimentos proteicos distintos en la misma comida, ya que cada uno necesita un jugo gástrico particular, que es segregado en las distintas etapas de la digestión.
• Hay que evitar dar fruta o dulces en una comida a menos que se trate de una comida completamente a base de fruta La fruta tiene una digestión muy fácil y rápida, ya que pasa prácticamente directa al intestino, donde se absorbe con bastante rapidez. Si se mezcla con los alimentos o se da al final de la comida, sigue el mismo curso digestivo que el resto de los alimentos, permaneciendo así más tiempo del necesario en el ambiente   cálido-húmedo del estómago, fermentando y contagiando con ello a los otros alimentos. Además, el azúcar inhibe también la secreción de los jugos gástricos. Si se decide dar fruta, se deberían combinar todos los alimentos para que sean compatibles entre sí.
• No se usarán ácidos durante las comidas (Vinagre. limón. gaseosas. etc.) Estas sustancias inhiben primero la acción de la ptialina (ralentizando la digestión de los almidones) y luego, en el estómago. la secreción de ácido clorhídrico, indispensable para iniciar la digestión de las proteínas.
Los cereales juegan un papel fundamental                                                                                       en el desarrollo y crecimiento del niño

¿Cómo iniciar al bebé en sus primeros alimentos mientras está lactando?
   Al inicio de la toma de los primeros alimentos se deberían utilizar dichos alimentos únicamente como complementarios, ya que la principal fuente de alimentación debe ser la lactancia materna y esta debe prolongarse todo el tiempo que sea posible para ayudar a digerir y a asimilar cualquier alimento que se vaya incorporando.
   Las primeras ingestas de alimentos pueden empezar, por ejemplo, con los zumos de fruta (siempre con fruta de la estación, madura y nunca fría), y una vez establecidos éstos, se pueden incorporar progresivamente hortalizas como la zanahoria y más tarde los cereales.
   Los cereales nos darán la pauta en la alimentación infantil. Éstos juegan un papel fundamental en el desarrollo del niño y puede decirse que le acompañan en su desarrollo y crecimiento. Hay que recordar que el cereal ha sido siempre considerado como alimento generador de vida.
   La forma de administración de los cereales, así como del resto de alimentos, debe seguir las pautas que el mismo bebé indica con su desarrollo psicomotor, como por ejemplo el gateo, el andar, erguirse, trepar, etc. Una de las ventajas de los cereales es que se pueden ofrecer en varias formas y facetas, cada una de ellas adecuada según la edad del niño (leche de cereales, cremas, papillas, sémolas, copos enteros, mueslis, pastas, fideos o incluso el grano completo).
   Gracias a esta versatilidad, cuando el bebé empieza a gatear se pueden dar cereales en forma de papillas y cuando empieza a andar en forma de sémolas. Hasta que el niño sea capaz de masticar, es decir, de moler (aproximadamente a los 2 años y 3 meses), la alimentación puede seguir con copos integrales y pastas alimenticias de pequeño tamaño. Cuando la dentición se está completando, se empezará con los granos integrales triturados y otros como el bulghur, cuscús, mijo completo y sémolas como la polenta o la quínoa.


Componentes principales de la alimentación
La alimentación del bebé está basada en dos componentes fundamentales:

• La leche materna, con proteínas y minerales, es decir, con los materiales de construcción para crecer.
• Los cereales, que aportan recursos energéticos y calorías, y son fuente de proteínas vegetales, vitaminas del grupo B y E, minerales y fibra, es decir, son la fuerza motriz para crecer. Los cereales actúan progresivamente en la formación de una secreción pancreática necesaria en la digestión de los almidones. Con su textura podemos obtener una transición ideal entre la leche materna y los alimentos sólidos, mediante la leche de cereales, que progresivamente puede ir espesándose, hasta hacer cremas. Es conveniente que la introducción de los cereales se efectúe de un modo progresivo, con el fin de que el organismo del bebé se familiarice con el nuevo alimento y llegue a asimilarlo correctamente.
   Cada vez que se introduzca un nuevo alimento se deberá tener en cuenta que se deberá dar el pecho antes y después de que el niño coma.

Recomendación básica

   Por otra parte, al hablar de la introducción de nuevos alimentos, hay que tener siempre en cuenta lo que se podría llamar la regla de las tres P:  

 - Poco a poco
 
- Progresivamente
 
- Periódicamente

   Cada vez que se introduce un alimento nuevo deberá hacerse aisladamente, es decir, incorporando solamente el alimento. Éste se introducirá en una cantidad muy pequeña, algo así como dos o tres cucharaditas, dando el pecho antes y después de su toma durante tres días. En este período se observaran algunos signos como las deposiciones, para asegurarnos de que el alimento ha sido aceptado correctamente.
   Una vez asegurado esto, se podrán aumentar progresivamente las cantidades de alimento y las texturas, pasando así de los líquidos a las formas más espesas o enteras.

 

 

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