miércoles, 2 de agosto de 2017

Alimentación Infantil Natural, 3ª parte


Los cereales juegan un papel fundamental                                                                                       en el desarrollo y crecimiento del niño
¿Cómo iniciar al bebé en sus primeros alimentos mientras está lactando?
   Al inicio de la toma de los primeros alimentos se deberían utilizar dichos alimentos únicamente como complementarios, ya que la principal fuente de alimentación debe ser la lactancia materna y esta debe prolongarse todo el tiempo que sea posible para ayudar a digerir y a asimilar cualquier alimento que se vaya incorporando.
   Las primeras ingestas de alimentos pueden empezar, por ejemplo, con los zumos de fruta (siempre con fruta de la estación, madura y nunca fría), y una vez establecidos éstos, se pueden incorporar progresivamente hortalizas como la zanahoria y más tarde los cereales.
   Los cereales nos darán la pauta en la alimentación infantil. Éstos juegan un papel fundamental en el desarrollo del niño y puede decirse que le acompañan en su desarrollo y crecimiento. Hay que recordar que el cereal ha sido siempre considerado como alimento generador de vida.
   La forma de administración de los cereales, así como del resto de alimentos, debe seguir las pautas que el mismo bebé indica con su desarrollo psicomotor, como por ejemplo el gateo, el andar, erguirse, trepar, etc. Una de las ventajas de los cereales es que se pueden ofrecer en varias formas y facetas, cada una de ellas adecuada según la edad del niño (leche de cereales, cremas, papillas, sémolas, copos enteros, mueslis, pastas, fideos o incluso el grano completo).
   Gracias a esta versatilidad, cuando el bebé empieza a gatear se pueden dar cereales en forma de papillas y cuando empieza a andar en forma de sémolas. Hasta que el niño sea capaz de masticar, es decir, de moler (aproximadamente a los 2 años y 3 meses), la alimentación puede seguir con copos integrales y pastas alimenticias de pequeño tamaño. Cuando la dentición se está completando, se empezará con los granos integrales triturados y otros como el bulghur, cuscús, mijo completo y sémolas como la polenta o la quínoa.
Componentes principales de la alimentación
La alimentación del bebé está basada en dos componentes fundamentales:
• La leche materna, con proteínas y minerales, es decir, con los materiales de construcción para crecer.
• Los cereales, que aportan recursos energéticos y calorías, y son fuente de proteínas vegetales, vitaminas del grupo B y E, minerales y fibra, es decir, son la fuerza motriz para crecer. Los cereales actúan progresivamente en la formación de una secreción pancreática necesaria en la digestión de los almidones. Con su textura podemos obtener una transición ideal entre la leche materna y los alimentos sólidos, mediante la leche de cereales, que progresivamente puede ir espesándose, hasta hacer cremas. Es conveniente que la introducción de los cereales se efectúe de un modo progresivo, con el fin de que el organismo del bebé se familiarice con el nuevo alimento y llegue a asimilarlo correctamente.
   Cada vez que se introduzca un nuevo alimento se deberá tener en cuenta que se deberá dar el pecho antes y después de que el niño coma.
Recomendación básica
   Por otra parte, al hablar de la introducción de nuevos alimentos, hay que tener siempre en cuenta lo que se podría llamar la regla de las tres P:  
 - Poco a poco
 
- Progresivamente
 
- Periódicamente
   Cada vez que se introduce un alimento nuevo deberá hacerse aisladamente, es decir, incorporando solamente el alimento. Éste se introducirá en una cantidad muy pequeña, algo así como dos o tres cucharaditas, dando el pecho antes y después de su toma durante tres días. En este período se observaran algunos signos como las deposiciones, para asegurarnos de que el alimento ha sido aceptado correctamente.
   Una vez asegurado esto, se podrán aumentar progresivamente las cantidades de alimento y las texturas, pasando así de los líquidos a las formas más espesas o enteras.
Vitaminas y minerales en la alimentación
Vitaminas liposolubles
(solubles en las grasas)
• Vitamina A
Es protectora de las mucosas y de los epitelios y aumenta las barreras contra las infecciones. Se encuentran en la leche, mantequilla y en la yema de huevo. Sin embargo, el cuerpo la sintetiza a partir del caroteno que se encuentra en las zanahorias, tomates, pimientos, albaricoques, y en los vegetales de color verde o anaranjado.
• Vitamina D
Regula el metabolismo del calcio y del fósforo. Se encuentran en los huevos, leche, mantequilla, almendras y también en la luz solar
• Vitamina E
Influye en la actividad normal de reproducción y en el buen funcionamiento de nervios y músculos. Se encuentran en el germen de trigo, de maíz y de arroz, leche, huevos, aceites vegetales y verduras tiernas.
• Vitamina K
Es importante para la coagulación de la sangre. Se encuentran en semillas de soja, aceites vegetales, tomates y otros vegetales frescos, yogur y kéfir.
Vitaminas hidrosolubles                                                                                                                                                 (solubles en el agua)
• Vitamina B1
Es necesaria para el metabolismo de los carbohidratos, esenciales para el crecimiento, el funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos. Se encuentran en las legumbres, verduras, fruta seca, leche, huevos, levadura, germen de trigo y algas.
• Vitamina B2
Sirve para utilizar la energía de las comidas y es esencia! para el crecimiento y, la salud de la cavidad bucal y los cabellos, así como para el buen estado general y correcto funcionamiento de los órganos visuales. La encontramos en la leche, levadura, germen de trigo, semillas de soja, cacahuete, verdura fresca, huevos, queso y harina integral de trigo.
• Vitamina B12
Es útil para la funcionalidad de los tejidos nerviosos y de la piel, el metabolismo proteico y la producción de glóbulos rojos. Se encuentran en la levadura, espinacas, lechuga y alimentos fermentados.
• Vitamina C
Es necesaria para la utilización del hierro, como factor antiinfeccioso y antiagotamiento, para el crecimiento y la actividad celular, así como para la salud de los dientes y encías. Forma los tejidos conectivos y ayuda a la absorción del hierro de los alimentos. Se encuentra en la fruta fresca, en los cítricos y fruta silvestre, vegetales, melones, sandía y tomates.
Minerales
• Calcio
Interviene en la construcción del esqueleto óseo, los dientes y la correcta coagulación sanguínea, y tiene una función auxiliar en la actividad muscular nerviosa y cardíaca. Se encuentra en la leche y sus derivados (excepto en la mantequilla), harinas integrales, vegetales verdes, frutas, etc.
• Fósforo
Es necesario para el crecimiento y la construcción del esqueleto e importante en los procesos vitales de transferencia de energía y fijación del calcio. Se encuentra en los cereales integrales, huevos, lácteos y legumbres secas.
• Yodo
Es indispensable para el buen funcionamiento de la tiroides y regula el metabolismo corporal. Se encuentra en las algas y sal marina integral.
• Zinc
Es necesario para síntesis de la insulina y los líquidos que intervienen en la composición seminal, y para el crecimiento y división celular. Se encuentra en harinas integrales, quesos, levadura y germen de trigo.
• Manganeso
Interviene en la función enzimática. Se encuentra en la fruta seca, los cereales integrales, y especias.
• Magnesio
Se emplea como auxiliar en el metabolismo de las grasas, carbohidratos, proteínas y otras sustancias nutritivas. Interviene en la formación de los huesos, la estructura de las células y la función enzimática. Se encuentra en los cereales, vegetales y semillas oleaginosas.
• Sodio
Es indispensable para el funcionamiento de los nervios, músculos y la circulación sanguínea y linfática, y regula la sudación y la excreción de orina. Se encuentra en la sal de cocina, leche, cereales, algas y remolacha.
• Potasio
Interviene en el control de la actividad nerviosa, los riñones y miocardio. Facilita el equilibrio hídrico y favorece el crecimiento y la regeneración celular. Se encuentra en las ciruelas, verduras, naranjas, cereales integrales, menta, albaricoques secos, perejil, leche y mandarinas. 
                                                                                
• Cloro
Equilibra el agua y es un regulador ácido-alcalino del cuerpo y como auxiliar en la formación de los jugos gástricos. Regula la presión, contribuye a la sudación y participa en la digestión de los alimentos. Se halla con el sodio en la sal y en alimentos salados.
• Flúor
Sirve para proteger los dientes. Se encuentra en el agua potable y el té.
• Azufre
Interviene en la formación de los tejidos y es un constituyente fundamental de las proteínas. Se encuentra en el agua potable, té, nueces, huevos, coles, coles de Bruselas, leche, queso y cereales.

 

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