lunes, 2 de octubre de 2017

Aromaterapia: Introducción a la Aromaterapia, 4 y última parte


CONSERVACIÓN
   Generalmente los aceites esenciales se encuentran en frascos de vidrio muy oscuro para resguardarlos de la luz, con un tapón hermético que los protege del aire y de la evaporación y con un cuentagotas inserto que permite una segura dosificación.
   Si se mantienen las condiciones óptimas los aceites esenciales se conservan durante largos períodos, variables según el tipo de aceite. Los más delicados son los cítricos, que a causa del método de extracción (expresión de la cáscara), tienden a formar leves depósitos en el fondo del frasco en el transcurso de seis a doce meses (las ceras del limón), esto no altera en lo fundamental su calidad, basta agitar bien el frasco antes de su uso. Otros aceites esenciales se conservan perfectamente durante tres, cinco o más años, el pachuli se asemeja al buen vino, que mejora con el tiempo.
   Cada vez que abrimos un frasco su contenido se pone en contacto con el aire, y ello origina un cierto grado de oxidación. Por lo general, las esencias se conservan en frascos de 5, 10 y 20 ml. No es mala idea conservar los aceites esenciales en el frigorífico, pero muchos se volverán densos y deberán alcanzar la temperatura ambiente antes de ser utilizados.
COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LOS ACEITES ESENCIALES
   Según el estudio químico de esencias naturales realizado en 1919 por Bernabé Dorronsoro y Ucelayeta, catedrático de la facultad de farmacia de la Universidad de Granada, las esencias son, en general, productos muy complejos, en cuya composición figuran: carburos de hidrógeno (alicíclicos, terpenos y sesquiterpenos), aldehidos, cetonas, alcoholes, ácidos, éteres, fenoles y éteres fenólicos, óxidos terpénicos y, menos frecuentemente, lactonas, compuestos nitrogenados y sulfurados y parafinas.
EN EL HOGAR

   Las esencias poseen en general una acción aromatizante, y es oportuno conocer sus efectos para poder realizar la elección adecuada. Son muy variadas las formas de difundir los aromas en el ambiente. Ante todo, es necesario saber que el calor moderado favorece su difusión en el aire, pero si es demasiado intenso puede alterar sus características.
   Algunos de los utensilios que se emplean para la difusión de los aceites esenciales son humidificadores, vaporizadores, pulverizadores...
   El agua es un buen vehículo para la dilución y difusión de los aceites esenciales (en vapores, mediante pequeñísimas gotas pulverizadas en el aire).
Cuando empleamos un aceite esencial con la idea de perfumar el ambiente, estamos además inhalándolo, lo que hace que nos estemos favoreciendo de
sus propiedades beneficiosas.
PROPI EDADES TERAPÉUTICAS DE ALGUNOS ACEITES ESENCIALES
   Una propiedad fundamental de los aceites esenciales es que, en primer lugar, favorecen la curación natural, estimulando y reforzando los mecanismos de defensa del organismo.
   Por ejemplo, el aceite esencial de tomillo y el de manzanilla estimulan la formación de glóbulos blancos, y en el caso del aceite esencial de lavanda estimula la regeneración de cé1ulas.
   En cuanto a su poder restablecedor de la armonía, actúan como normalizadores de órganos y funciones. Así, cuando las propiedades curativas que se enumeran de un aceite esencial nos parecen excesivas, hemos de pensar que en realidad lo que el aceite esencial consigue es normalizar la función u órgano. En el caso de aceites esenciales a los que se les atribuyen propiedades sedantes, antidepresivas, euforizantes... lo que hacen en realidad es normalizar el estado emocional del paciente.
   Cuando un aceite esencial tiene propiedades normalizadoras de los procesos digestivos, enumeramos sus propiedades carminativa, eupéptica, favorecedora de digestiones lentas, estimulante del apetito, antiespasmódico...
Propiedades antisépticas y bactericidas: Todos los aceites esenciales las poseen en mayor o menor grado. Destacan el de ajedrea, lavanda, tomillo, clavo, eucalipto.
Propiedades irritante-estimulantes: Poseen esta acción por vía externa los aceites esenciales de trementina, romero... que provocan rubefacción y aumento de la microcirculación.
   Por vía interna, esta acción la pueden desarrollar a diferentes niveles los aceites esenciales de eucalipto, niauli, pino.., estimulando las células de mucus y aumentando los movimientos del epitelio ciliado a nivel del árbol bronquial. Otros, de manera análoga, producen vaso-dilatación a nivel renal, causando efecto diurético, como es el caso del de romero, enebro...
Propiedades antiespasmódicas: Propiedad muy generalizada en los aceites esenciales, la poseen el de ajedrea, ciprés, lavanda, menta, Salvia officinalis, Salvia sclarea, tomillo. Algunos se prefieren para suprimir o disminuir los espasmos gastrointestinales, como el de hinojo y menta...
Propiedades vulnerarias: Propiedad muy común en los aceites esenciales, se refiere a su poder para cicatrizar, desinfectar, calmar el dolor y curar heridas, quemaduras, rozaduras, úlceras...                                        
Efectos sobre las emociones: El efecto que los aceites ejercen sobre nuestra mente añade una nueva dimensión a sus aplicaciones curativas. Algunos aromaterapeutas opinan que todos tienen efecto sobre la mente, pero es este un campo todavía por estudiar.
   Se sabe que el aceite esencial de romero es un estimulante cerebral, útil en casos de fatiga mental, pues despeja la mente y estimula la memoria. El de lavanda junto con el de mejorana nos aliviarán del estrés cotidiano, por su efecto sedante y antidepresivo, así como de la ansiedad, angustia... El de eucalipto estimula la mente y tiene efecto euforizante.
MODOS DE UTILIZACIÓN DE ACEITES ESENCIALES EN CASOS DE...

 Acidez gástrica y dificultad digestiva (Indigestión, nauseas): En uso externo, masajear la región del hígado y el estómago con un aceite corporal que contenga a partes iguales esencia del limón (cáscara) y los aceites esenciales de romero, mejorana y mandarino.
Aparato genital de la mujer (desarreglos del ciclo menstrual, pérdidas, vaginitis, vulvitis): Para uso externo, mezclar a partes iguales los aceites esenciales de Salvia sclarea y Salvia officinalis, ciprés y mejorana para la composición de una loción terapéutica. Masajear la zona del bajo vientre, los tobillos y los pies 1 o 2 veces al día.
   Los baños aromáticos con aceite esencial de lavanda y tuya a partes iguales son también aconsejados.
Artritis (dolor de las articulaciones, reumatismo, esguinces, torceduras, distensiones): Mezclar a partes iguales los aceites esenciales de abedul amarillo, gaulteria, mejorana, tuya, pino blanco y menta para la composición de una loción terapéutica. Masajear enérgicamente las zonas dolorosas 3 o 4 veces al día.
Cefaleas (tensión cervical, congestión cefálica, tendencia al vértigo): Mezclar a partes iguales los aceites esenciales de lavanda, mejorana, laurel y gaulteria para la composición de una loción terapéutica. Masajear enérgicamente la región cervical, la frente y las sienes. Respirar de forma acompasada el aroma de los aceites esenciales.
Celulitis (piernas pesadas, pistoleras): Mezclar a partes iguales los aceites esenciales de tuya, ciprés, geranio oloroso, romero, salvia y esencia de limón (cáscara), para la composición de una loción terapéutica. Masajear enérgicamente cada pierna individualmente partiendo de la nalga hasta la rodilla, intentando hacer penetrar la loción. Después, manipular las articulaciones para masajear de forma progresiva más profundamente. Este tratamiento se aplica durante un periodo de 6 meses a razón de una vez por día, según la congestión de los tejidos musculares.
Fatiga general: Se aconseja un baño aromático con lavanda. Mezclar a partes iguales los aceites esenciales de geranio oloroso, ylang-ylang, mejorana y mandarino, 10 gotas del de menta, 10 del de canelero y esencia de limón (cáscara), para la composición de un aceite para el cuerpo. Masajear todo el cuerpo con especial atención a las extremidades, tales como manos y pies.
Fiebre: Se aconseja un baño aromático con lavanda. Mezclar a partes iguales el aceite esencial de lavanda y el de mejorana, para la elaboración de un aceite para el cuerpo. Masajear los antebrazos, las manos las piernas y los pies.
Piel (piel seca, agrietada y con manchas, rápido envejecimiento, pérdida de elasticidad): Mezclar en partes iguales los aceites esenciales de palo de rosa, pachuli, ylang-ylang, geranio oloroso y romero, y las esencias de cáscara de limón y naranja, para la composición de un aceite corporal y fácil. Masajear el cuerpo o el rostro con movimientos circulares, una vez al día al acostarse.
   Un baño aromático de aceites esenciales de pachuli, lavanda y palo de rosa en iguales cantidades es también muy aconsejado.

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