La cefalea agrupa diversas
afecciones con un síntoma común: dolor localizado a nivel de la cabeza.
Hay diferentes tipos de cefaleas según su
intensidad y localización. La
mayor de las veces tiene un origen vascular, por tensión nerviosa o contractura muscular, sin evidenciar causa orgánica.
En estos casos la fitoterapia puede
prevenir y curar
prevenir y curar
Factores influyentes en el
inicio de la migraña
INTERNOS: + Estrés “constitucional”
+ Cualquier tipo de trastornos emocionales
+ Anticoncepción hormonal
+ Menstruación
+ Bajón de azúcar por un ayuno prolongado
+ Cansancio físico o psíquico
EXTERNOS:
+ Cambios de horario en las comidas
+ Alimentos ricos en nitratos y/o glutamatos
+ Frutos secos, cítricos, chocolate y alcohol
+ Altitudes geográficos
+ Ruidos y olores excesivamente intensos
+ Cambios de horario en las comidas
+ Alimentos ricos en nitratos y/o glutamatos
+ Frutos secos, cítricos, chocolate y alcohol
+ Altitudes geográficos
+ Ruidos y olores excesivamente intensos
Cómo es
la persona que tiene Cefaleas
Con
bastante frecuencia se reúnen características comunes de comportamiento
personal que están en relación con lo que en medicina natural llamamos factor
de “terreno” o predisposición a padecer determinados tipos de alteración sintomática
o enfermedad. Es importante tenerlo en cuenta, ya que su eliminación supondría
una mejor respuesta al tratamiento.
Recordemos al respecto, que una vez instaurada la cefalea es difícil detener su evolución.
Recordemos al respecto, que una vez instaurada la cefalea es difícil detener su evolución.
La persona que habitualmente sufre de cefaleas es
una persona hipersensible, ordenada, metódica y perfeccionista, con un gran sentido
de la responsabilidad, lo cual le lleva también a implicarse en las decisiones y obligaciones de los demás.
Este sentido de responsabilidad hace que viva sus propias actuaciones como
deberes, sin disfrutar plenamente de las cosas que realiza. Normalmente confía
en su propia actuación, que es la que vale, y esto le lleva a intentar dominar
la situación, soportando toda carga y responsabilidad. No quiere causar
problemas y evita que los demás los tengan, implicándose en su manera de
actuar. De este modo, las cefaleas son el fruto del contraste que hay entre su
necesidad de salir, expansionarse, liberarse y la pulsión de represión que
tiene hacia dentro y que le frena, recordándole sus obligaciones impuestas.
La
cefalea es una afección muy frecuente que se traduce en el hecho de que es uno
de los principales motivos de consulta médica. Todo y que es una enfermedad en
la mayoría de las veces de tipo banal, ante los siguientes síntomas se hace
necesario acudir a un especialista:
* Síntomas poco comunes o atípicos, como fiebre persistente, convulsiones o pérdida del conocimiento
* Vómitos sin náuseas que aparecen de manera brusca sin relación con la ingesta.
• Alteraciones neurológicas
• Empeoramiento progresivo
• Falta de respuesta al tratamiento
• Aparición brusca (posible hemorragia)
* Síntomas poco comunes o atípicos, como fiebre persistente, convulsiones o pérdida del conocimiento
* Vómitos sin náuseas que aparecen de manera brusca sin relación con la ingesta.
• Alteraciones neurológicas
• Empeoramiento progresivo
• Falta de respuesta al tratamiento
• Aparición brusca (posible hemorragia)
Todos sabemos lo molesto e
inoportuno que resulta el dolor de cabeza después de un día de mucho trabajo,
de dormir poco, o de un exceso alimentario o de alcohol. Pesadez, falta de
concentración, sensación de opresión como si la cabeza fuera a estallar,
hipersensibilidad a los estímulos externos como la luz y el ruido, son algunos
de los síntomas que pueden aparecer. En vistas a esta situación, necesitamos
reposar, cerrar los ojos y aislarnos del ruido, y con más o menos celeridad
tiende a desaparecer.
La cefalea, un fenómeno que puede alterar la vida de quien lo sufre porque es una experiencia personal que, si se repite a menudo y con intensidad, puede crear preocupación y miedo, incluso a padecer un tumor cerebral.
No obstante, descartando la causa orgánica, en los casos funcionales, la aparición y evolución de los síntomas puede ser diferente, pues hay varios tipos de cefaleas, con características bien diferenciadas.
La cefalea, un fenómeno que puede alterar la vida de quien lo sufre porque es una experiencia personal que, si se repite a menudo y con intensidad, puede crear preocupación y miedo, incluso a padecer un tumor cerebral.
No obstante, descartando la causa orgánica, en los casos funcionales, la aparición y evolución de los síntomas puede ser diferente, pues hay varios tipos de cefaleas, con características bien diferenciadas.
Migraña
Las migrañas o “jaquecas” son cefaleas
comúnmente de origen familiar (la padecen varios miembros de una misma
familia), afecta con mayor frecuencia a adultos jóvenes (inicio antes de los 35 años) y es de 2 a 3 veces más frecuente en
mujeres.
Produce dolor intenso de un lado de la cabeza, de tipo pulsátil (como si latiera), acompañado a veces de sudoración fría, náuseas, vómitos, fotofobia (no tolera la luz), fonofobia (no se tolera el sonido) y trastornos neurológicos. Normalmente la persona que las padece sabe que le va a venir por la aparición frecuente de unos síntomas previos, como son alteraciones visuales de luces centelleantes o pérdidas de la percepción de una zona de la visión (campo visual), sensaciones extrañas, somnolencia y cansancio. Se sabe que en esta fase se puede revertir el proceso si se actúa con un tratamiento agudo eficaz, ya que en fase posterior el proceso sigue su curso sin modificarse apenas por el tratamiento, siendo su duración entre 10 y 72 horas, y su aparición tiene una frecuencia muy variable.
La causa es desconocida, aunque ciertos alimentos, bebidas alcohólicas, cambios atmosféricos, estrés o alteraciones hormonales pueden influir.
Durante la migraña se producen cambios vasculares que aparecen de un modo progresivo y en dos fases, manifestándose inicialmente una constricción de los vasos extracraneales, seguida de vasodilatación y fenómenos inflamatorios locales causantes de las molestias y el dolor tipo compresivo. Hay que pensar que la cabeza es un espacio cerrado y todo proceso expansivo produce dolor por falta de distensión.
Produce dolor intenso de un lado de la cabeza, de tipo pulsátil (como si latiera), acompañado a veces de sudoración fría, náuseas, vómitos, fotofobia (no tolera la luz), fonofobia (no se tolera el sonido) y trastornos neurológicos. Normalmente la persona que las padece sabe que le va a venir por la aparición frecuente de unos síntomas previos, como son alteraciones visuales de luces centelleantes o pérdidas de la percepción de una zona de la visión (campo visual), sensaciones extrañas, somnolencia y cansancio. Se sabe que en esta fase se puede revertir el proceso si se actúa con un tratamiento agudo eficaz, ya que en fase posterior el proceso sigue su curso sin modificarse apenas por el tratamiento, siendo su duración entre 10 y 72 horas, y su aparición tiene una frecuencia muy variable.
La causa es desconocida, aunque ciertos alimentos, bebidas alcohólicas, cambios atmosféricos, estrés o alteraciones hormonales pueden influir.
Durante la migraña se producen cambios vasculares que aparecen de un modo progresivo y en dos fases, manifestándose inicialmente una constricción de los vasos extracraneales, seguida de vasodilatación y fenómenos inflamatorios locales causantes de las molestias y el dolor tipo compresivo. Hay que pensar que la cabeza es un espacio cerrado y todo proceso expansivo produce dolor por falta de distensión.
Cefalea en
racimos
Esta cefalea predomina en
varones y se caracteriza por dolor localizado e intenso en un solo lado de la
zona ocular y frontal, acompañado de congestión facial con síntomas tipo
resfriado, como conjuntivitis, lagrimeo, mucosidad y taponamiento nasal del
mismo lado afecto. Las crisis suelen durar desde minutos a horas y pueden
repetirse varias veces al día, durante períodos de semanas o meses, para
después desaparecer por tiempo prolongado, siendo lo más frecuente ataques
anuales o semestrales.
No hay antecedentes familiares y como factores desencadenantes destacan los cambios atmosféricos frío-calor, sueño, alcohol, estrés y las tensiones psicológicas.
En los hombres, que suelen ser los más afectados, se presenta entre los 30y 40 años.
No hay antecedentes familiares y como factores desencadenantes destacan los cambios atmosféricos frío-calor, sueño, alcohol, estrés y las tensiones psicológicas.
En los hombres, que suelen ser los más afectados, se presenta entre los 30y 40 años.
Cefalea
vascular no migrañosa
Es frecuente y se caracteriza por tener una
afectación más difusa que la anterior. Se presenta cada día y de modo
persistente, pudiendo incluso prolongarse durante varios días. Tiene cierta
predisposición familiar (50%) y se produce por múltiples motivos, como son los
cambios meteorológicos, fiebre, intoxicaciones, tabaco, alcohol, medicamentos
llamados vasodilatadores, estrés, alteraciones psíquicas. Con un inicio lento y
progresivo, el dolor puede ser pulsátil, aunque en ocasiones es de tipo sordo y
constante. Generalmente el dolor está presente cuando nos desesperamos.
Cefalea por tensión
nerviosa
Es la más frecuente y se
produce por tensión y contractura muscular. Tiene una duración que puede variar
desde 30 minutos hasta una semana. El dolor aparece con mayor frecuencia al final
del día (es progresivo) y se localiza en toda la cabeza, aunque
fundamentalmente se inicia en la zona posterior y se irradia de atrás hacia
delante hasta llegar a la frente. Se tiene como una sensación de opresión, de
peso en la cabeza de tipo circular, “como una cinta apretada alrededor de la
cabeza”. Suele persistir el dolor hasta que el afectado se duerme o se
encuentra más tranquilo, ya que la musculatura se relaja. Junto a esta
sensación suele aparecer falta de memoria, dificultad para la concentración e
inestabilidad. Puede manifestarse en forma crónica persistente, aunque variable
en su intensidad y a veces coexiste con otros tipos de cefaleas, las cuales
pueden irse alternando en su aparición.
La principal causa es el factor psicológico y los conflictos emocionales, teniendo como base un estado permanente de ansiedad o depresión. Estos cuadros depresivos o ansiosos crónicos son desconocidos o infravalorados por la persona afectada, sólo pendiente de su cefalea, a la que achaca con frecuencia esta depresión y angustia.
Por su cronicidad, las personas que padecen este tipo de cefalea han probado todo tipo de medicamentos, haciéndose necesaria una deshabituación de los mismos y una terapia conductual de relajación para romper el círculo vicioso de tensión-dolor-contractura. En este caso el tratamiento debe ser esencialmente preventivo a nivel nervioso.
La principal causa es el factor psicológico y los conflictos emocionales, teniendo como base un estado permanente de ansiedad o depresión. Estos cuadros depresivos o ansiosos crónicos son desconocidos o infravalorados por la persona afectada, sólo pendiente de su cefalea, a la que achaca con frecuencia esta depresión y angustia.
Por su cronicidad, las personas que padecen este tipo de cefalea han probado todo tipo de medicamentos, haciéndose necesaria una deshabituación de los mismos y una terapia conductual de relajación para romper el círculo vicioso de tensión-dolor-contractura. En este caso el tratamiento debe ser esencialmente preventivo a nivel nervioso.
Cefalea de causa
orgánica
Representan el 10% del total y es la
manifestación de otras enfermedades orgánicas. Debemos tenerlo en cuenta, pues
su tratamiento es específico según la causa:
* Infecciones respiratorias tipo otitis, sinusitis.
* Glaucoma (aumento de la tensión ocular).
* Artrosis de la columna cervical.
* Hipertensión craneal causada por tumores o abscesos.
* Hemorragias o hematomas cerebrales.
* Hipertensión arterial.
* Inflamación del nervio trigémino.
* Infecciones respiratorias tipo otitis, sinusitis.
* Glaucoma (aumento de la tensión ocular).
* Artrosis de la columna cervical.
* Hipertensión craneal causada por tumores o abscesos.
* Hemorragias o hematomas cerebrales.
* Hipertensión arterial.
* Inflamación del nervio trigémino.
En estos casos, si se
presentan síntomas relacionados hay que descartarlos mediante una buena
exploración física y si es necesario hacer pruebas.
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